Colón tenía la gran oportunidad de salir de la zona de descenso ganándole a Arsenal, que ya había perdido la categoría, sin embargo no estuvo a la altura y no solo que perdió, sino que no mostró rebeldía. Algo necesario por la situación deportiva crítica. Una vez más, flaqueó de visitante y por eso el escenario es todavía más complejo.

En conferencia, el DT Néstor Gorosito admitió que jugaron "muy mal" y que, cada vez que había quedar ese paso, se fallaba. Un condicionante en esta carrera que tiene al equipo hundido en la parte baja de la general, cuando quedan solo cuatro capítulos en esta Copa de la Liga. Tras cartón, sus principales competidores sumaron, duplicando la malaria.

Luego del partido, Pipo no volvió con el plantel, sino que se retiró en su vehículo particular para estar con su familia, ya que la práctica estaba pactada para este jueves por la tarde, sin embargo, no llegaría, ya que tendría un pie fuera de Colón. Como viene la mano, no dirigiría el partido contra Atlético Tucumán.

El técnico habría puesto su renuncia a disposición y la dirigencia la habría aceptado –está la versión que José Vignatti directamente lo despidió–, pero tendría su resolución final en las próximas horas. Pipo ya había amagado con dar un paso al costado tras caer con Barracas Central, pero lo frenaron los jugadores. Encontró respuestas ante River, pero en Sarandí todo eso se esfumó. 

Su mensaje no le llega a los jugadores y por eso, la comisión directiva apostaría a cerrar el campeonato con alguien nuevo para descomprimir. Rumores hablan de Israel Damonte, que último paso por Sarmiento. 

Un quiebre brutal en esta instancia definitoria, donde Colón paga caro la cosecha en la campaña anterior, pero tampoco da la talla ahora y eso depara en el final de ciclo de Gorosito, que no pudo encontrarle la vuelta a su estadía en Santa Fe.