Cómo afecta el faltante de combustible a los distintos sectores

El sistema de transporte de carga y el campo sufren los cupos de combustibles y los precios diferenciales que ralentizan su normal funcionamiento.

El país se encuentra en alerta ante el faltante de combustible, que no solo complica la movilidad de los particulares, sino también el normal desarrollo de actividades productivas como es el caso del campo y el transporte de carga.

Si bien en la ciudad de Santa Fe no se registraron inconvenientes, las estaciones de servicio tienen cupo y variedad de combustible, hay otras ciudades o localidades de la provincia, donde hubo largas colas para cargar combustibles.

 

 

En el caso del sistema de transporte de cargas, Santiago Carlucci, presidente de Transportistas Unidos de Argentina explicó que “el panorama es muy complicado, por el combustible y la especulación que hay que complica mucho el transporte” ya que una espera de una hora y media para cargar, enlentece todo el trabajo.

“Si no quedó cupo de combustible hay que sentarse a esperar porque no siempre hay un sobrante para llegar a la siguiente estación” detalló sobre la situación en las rutas del interior.

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Asimismo, afecta el normal desarrollo de la actividad, ya que los trabajadores no pueden cumplir con sus metas y se ven afectados por multas: “Se ralentiza toda la cadena logística y los costos hay que afrontarlos igual”.

Otro sector afectado es el campo. Sara Gardiol, presidenta de Carsfe explicó que “el campo está en un momento crítico, iniciando campaña y plantación de campaña gruesa y recolección de la campaña fina, y son todos recursos que se necesitan para el país. Se puede conseguir algo de combustible, por lo menos en parte de la provincia, con entrega de cupos pero en otros casos con un diferencial entre 80 pesos para el combustible que va para el sector agropecuario”.

“No hay previsión, entonces es la falta de certeza para programar tu trabajo, el traslado o la logística. Se traduce en pérdidas, aumento de precios” concluyó Gardiol.

Audio: Santiago Carlucci y Sara Gardiol

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