La imagen es más que elocuente. La mayor parte de la superficie del lago del Parque Sur luce de un color verde que con el reflejo del sol hasta brilla. Se trata de una invasión de "repollitos" de agua, una especie que se ha ido reproduciendo a gran velocidad cambiando por completo el paisaje y afectando el desarrollo de las actividades deportivas y recreativas que se suelen llevar a cabo en la zona.

Enrique Serrao, presidente de club Náutico El Quilla detalló que "según nos dijeron el proceso de sacar los camalotes y ponerlos en camiones para llevarlos a la compostadora se volvió muy costoso, y dejaron de actuar".

Ante este escenario, hacen énfasis en el reclamo y aseguran que la única solución es remover por completo la vegetación. "Hace meses que nuestra preocupación es muy grande, no solo por el hecho de que la mitad de la superficie del lago está cubierta y no permite que nuestros palistas puedan hacer los trayectos habituales para entrenarse. Pero también preocupa cómo va a terminar el lago. La Municipalidad empezó con un proceso que salió en los medios y nunca más, aparentemente por un costo muy grande en lo que era la recolección, traslado en camiones y depósito en la compostadora de la ruta 1. Eso se reproduce muy facilmente y el problema más grande es si se va al fondo, donde se va a terminar pudriendo el agua" detalló Serrao.

"Sacarlos, no hay otra. Nosotros empezamos en algún momento en el club, pero nos estábamos quedando sin hombres para trabajar y la Municipalidad se tiene que poner porque el lago es de ellos" afirmó el presidente de El Quillá.