Colón perdió con Banfield y quedó hundido en el descenso. Si bien es cierto que todavía está con vida, el escenario es más complicado que nunca. Sobre todo, porque ya depende de otros resultados para seguir en Primera. Más que nada, que otros dejen puntos en el camino y, desde ya, ganar todo lo que le queda. 

El colectivo que trasladaba al plantel arribó a Santa Fe en la madrugada con custodia policial. El acompañamiento se dio desde el peaje, con la GOE, CGI y el comando de Sauce Viejo y Santo Tomé. 

Por lo que se pudo saber, habrá resguardo durante todas las prácticas en el predio, la sede y la casa de los dirigentes, que en las últimas horas recibieron amenazas. La vuelta al trabajo se daba este martes por la tarde en el escenario 4 de Junio.

La idea es estar en todos los detalles y evitar males mayores ante el nivel de exasperación mayúsculo de la gente por la situación apremiante desde lo deportivo. La ciudad vive uno de sus peores momentos en torno al fútbol y es clave anticipar lo que pueda pasar.

Por lo pronto, en el mundo Colón saben que aún hay vida y que el domingo no queda otra que superar a Talleres para llegar a la última fecha con chances de continuar en la máxima categoría.