Belgrano y All Boys fabricaron un empate sin goles plagado de carencias futbolísticas en la presentación en el Torneo Clausura. Transpiraron mucho a la hora de cubrir espacios y no pensaron lo necesario para poder reclamar los tres puntos en Barrio Alberdi. Tras la igualdad para el olvido, el conjunto de Floresta mantuvo el cuarto peor promedio y continúa en la zona de Promoción, mientras que su rival sigue aliviado.

Los protagonistas apostaron por planteos muy similares en el arranque del encuentro. Desde el esquema 4-4-2, intentaron poblar el mediocampo para combatir e invirtieron muy pocas energías en la faceta ofensiva. Faltaron las ideas nítidas y sobraron los pelotazos largos para los faros de ataque (Matos en el visitante y Silvera en el anfitrión).

Así, hubo muy pocas dosis de fútbol en los primeros 45 minutos. Dos de las tres escasas llegadas profundas llegaron por intermedio de dos centros. Vella probó por la derecha en el Albo, mientras que el Pirata llegó a fondo con Maldonado por la izquierda. Y antes del descanso, Pereyra rompió la monotonía al exigir a Cambiasso con un remate dentro del área.

El complemento arrancó con un nivel aún más bajo que el del segmento inicial. A los dos equipos les faltó mayor ambición y profundidad ofensiva para ir tras la victoria. Belgrano recostó el juego hacia la derecha, donde Mansanelli le ganó las espaldas a un perdido Pérez García, y el Picante Pereyra regaló un par de gambetas. En tanto, el Albo avisó con dos jugadas de Matos: remate muy desviado y cabezazo controlado por Olave.

En búsqueda de recambio, Zielinski apostó por los refuerzos: Matías Giménez y el colombiano Marco Pérez. Pero el partido falleció sin alegrías más allá de la presión final de Belgrano, que no pudo disimular la ausencia de Franco Vázquez. Un reprobado para ambos en el primer examen del Clausura. La conclusión fue unánime: los dos sufren mucho cuando deben proponer y tener la iniciativa.