Brian Fernández rompió el silencio: "Colón no me ayudó en nada"
El delantero abrió su corazón: su rehabilitación, los problemas en Colón y sus vivencias en México y Estados Unidos
Brian Fernández rompió el silencio en una entrevista con ESPN Equipo F: habló de su presente, que lo encuentra "mejorando de a poquito", repasó su carrera, expresó su deseo de volver a jugar y sentenció: "Tengo muchas ganas de vivir y estar bien".
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"Tengo muchas ganas de vivir"
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Desde su desvinculación de Atlético Morelia, que le rescindió a mediados de septiembre a 25 días de su arribo, el atacante de 29 años no volvió a jugar.
Su presente
"Estoy bien, tranquilo, gracias a Dios. mejorando de a poquito. Con mi madre en su casa, con mis hermanos, mis hermanas. Haciendo lo que hace mucho no hacía, pasar un tiempo con mi familia. Jugaba en otros países, me estancaba y no me inclinaba hacia la familia, que es la que siempre está y nunca me soltó la mano. Hoy les mando un mensaje y me siguen respondiendo".
"Maradona se enojó porque no quise ir a sus equipos", comentó Brian Fernández sobre su relación con Diego, que lo quiso para Dorados y Gimnasia.#ESPNEquipoF pic.twitter.com/57XaVuQ4oR
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"Hay mucha gente que no era como antes y no me atiende. Quizás porque jugaba a la pelota o porque estaba en Estados Unidos o Francia. Hoy no me dejo llevar tanto por ese Brian".
"Hace mucho que no sonreía de verdad. Me cuesta mucho salir a la calle y poder sacarme fotos con alguien. Fui tanto criticado, que hasta eso me cuesta. O sentarme a comer en un restaurante. En Santa Fe me costó muchísimo. Soy hincha de Colón, jugué y no me fui como quise. Tengo muchas ganas de vivir y estar bien".
"No estoy enojado con nadie. Sentía que me atacaban y hoy lo miro de otro lado. Me gusta que me hablen. Me ayudaron mucho, la familia de mi hijo me llevó a la Iglesia para que tenga otro aire. Mi psicólogo se llama Charly, me descargo mucho con él. Hablo mucho con él. Tiene buena leche, me abro mucho. Le cuento la verdad. Tengo 29 años y muy pocas veces conté mi verdad. Ni con mi mamá, ni mis hermanos".
"Soy muy vergonzoso y me escondo bastante. Más de lo normal. Ahí aparece la problemática. No tengo celular desde hace cuatro años. Solo uso redes sociales (Instagram). Es un trabajo diario. A veces se ponen difíciles las cosas. Depende de cada uno. Tengo que empezar a seleccionar la gente, saber que por ahí no es".
"Tuve amigos de verdad en el barrio y me fallaron todos. Hoy desconfío muchísimo, me cuesta hacer amigos. Te genera angustia. Me gustaría volver a lo de Defensa, que estaba feliz y jugaba a la pelota. Que no cobraba mucho, pero estaba muy contento. Salía a comer las veces que quisiera, podía disfrutar de estar con mi hija, de una casa. Hoy me da lo mismo tener o no una mansión. No me llena eso. Quiero estar tranquilo, a los días que estaba bien. Voy a trabajar para lograrlo. Cuando me propongo algo, lo puedo cumplir. Tengo que ver la forma de sostenerlo".
La importancia de su madre
"A mi vieja la veo muy tranquila. No me muevo en todo el día de ahí. O le mando un mensaje a la madre de mi hija para hacer actividades con ella. La acompañé a gimnasia artística. Va a cumplir 9 años. Me puso muy contento poder compartir con ella. Es una gran mujer. Hasta el día de hoy se pone a disposición de todos. No le importa dónde jugué. Solo quiere que esté tranquilo y que esté bien. Duerme al lado mío".
Las ganas de volver a jugar
"Tengo muchísimas ganas de volver a jugar. Nunca sentí ganas de dejar. Varios compañeros me mandan muchos mensajes, me preguntan si estoy entrenando, cómo me siento. No sé quién me llamará. No estoy desesperado tampoco. Que se den los tiempos que tienen que ser. Me gusta mucho, yo entro a jugar a la pelota. Sin presión, ni pensar en el rival, ni obligación. Ahí juego a la pelota y me siento yo. Por eso me sale bien. Me caliento por una patada o una puteada, pero el otro te quiere herir en ese momento".
"Lo voy a ver a mi hermano Nicolás en Defensa y Justicia y me queda cerca. Hoy está pasando por una lesión y me da bronca que no pueda jugar los minutos que está acostumbrado. También voy a verlo a Leandro y a Juan Cruz. Somos 10 hermanos, 6 varones y 4 mujeres. Todos jugamos al fútbol y somos delanteros (risas)".
"El otro día fui a ver Defensa-San Lorenzo y me quedé en la manga porque quería el pantoloncito del Perrito Barrios y se lo pedí como un fan. Inmediatamente me dio un abrazo, dijo que era un gusto conocerme. Se acercaron muchos, casi todos. Me dieron un abrazo y hace mucho no lo sentía".
"En un vestuario no peleo, me gusta ayudar, ser compañero. Jamás me llevé mal con nadie. Nunca me porté mal. "Tuve mis problemas en la vida personal. Soy hincha de Colón, pero a Defensa lo amo. Es el club que me dio la posibilidad de jugar a la pelota".
"Para jugar hoy, hay que entrenar todos los días. Antes hacía que me dolía algo y no entrenaba. A mí me gusta hacer fútbol. El gimnasio no me gusta para nada. Prefiero potencia y velocidad".
"Salió la posibilidad de ir a jugar, me ilusioné y tomé la decisión de salir del lugar donde estaba haciendo la rehabilitación. Ya se había cumplido la internación en esa comunidad. Tenía tantas ganas que me apuré. Hoy en día digo: ¿por qué no esperé hasta diciembre para ir a Badajoz?. Me arrepentí de haberme vuelto de Portland Timbers. Me hice los bolsos, me pagué los pasajes y me vine a ver la final de Colón, pero no llegué".
El repaso de su carrera
"Para mí, mi carrera futbolística fue buena. Tenía casi 18 años, llegué a Defensa y a los 4 meses y medio estaba jugando en Primera".
"A mi hijo Milan le gusta ver mis goles. Tiene 5 años y ya juega en River. Lo aman, es zurdito, un crack".
"Ahora tengo el pase en mi poder. Quizás no pude porque tengo un problema que tengo que tratarlo. Obviamente quisiera seguir ayudando en Colón. Tuve partidos buenos, metí un gol. Jamás le falté el respeto al hincha. Cuando pedí una mano, no estuvieron. Así fácil".
"Desde que llegué hasta que me fui, no me ayudaron en nada. Eso la gente no lo sabe. Jamás me pagaron y cuando quise ayudar a comprar heladeras, pagar un hotel a los de la Reserva o alquilar un colectivo, querían que lo pusiera a su nombre para no quedar mal. Yo ayudaba de corazón".
"Qué lindo club es Racing. Me gusta demasiado. El Cilindro está hermoso. Tengo muy buena relación con la familia Blanco".
La relación con Messi y Maradona
"A Messi lo conocí en los entrenamientos de la Sub 20 con Pablo Trobbiani. Pero nunca me saqué una foto con él. Me gustaba verlo. A (Facundo) Farías le pregunto por él y me responde siempre".
"Con el Diego tuve una gran relación. Una vez se enojó porque no fui a Dorados ni a Gimnasia. Estaba muy bien en Necaxa. Todos me decían que estaba loco y yo no quería. Él me quería matar. Hicimos videollamada, me regaló una camiseta".
Fernández y Colón
Brian jugó en Colón, el club del cual es hincha, y confió una experiencia que no le gustó: “El club no me quiso ayudar. Desde que llegué hasta que me fui nunca me pagaron nada. Siempre que quise ayudar al club, ellos se enojaron conmigo. Desde comprar una heladera o pagarles una noche de hotel para los chicos de la Reserva y pudieran dormir un día antes en un hotel. La dirigencia se enojó porque sintieron que los estaba pasando por arriba. Que en la etiqueta tenía que estar a nombre de José Vignatti (presidente)”.