El frío o el calor: ¿qué nos pone de mal humor?
Las altas temperaturas y el calor alteran el humor, el estado de ánimo, las relaciones sociales con importantes consecuencias para la salud.
El calor puede alterar el humor de las personas y su estado de ánimo. Cuando se registran temperaturas elevadas convergen varios factores que determinan el comportamiento social, el funcionamiento del organismo y las actividades individuales.
«El calor afecta al estado de ánimo y al carácter cuando la temperatura aumenta. El contexto meteorológico y la presión atmosférica tiene mucha afectación en el cuerpo. También en aspectos cognitivos, como la atención o la memoria». Así lo apunta Anna Romeu, miembro de la Sección de Emergencias del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.
La relación entre el calor, el humor y el estado de ánimo
Cuando se incrementa la sensación térmica por altas temperaturas es más probable que se incremente el cansancio físico. Al requerir un mayor desgaste físico, afecta al humor. «Cuando estamos más cansados, podemos llegar a estados de estrés. Se genera un aumento del cortisol y de la adrenalina que puede producir estrés. Con él, llegan las alteraciones en el estado de ánimo, la irritabilidad y mayor cansancio», explica Romeu.
Así mismo, con el calor, se incrementa la sudoración y la deshidratación. Dos respuestas del ser humano que pueden afectar al estado de ánimo y al humor de la ciudadanía.
Además, las altas temperaturas dificultan el descanso e incrementan las posibilidades de padecer agotamiento o fatiga. Estos son síntomas muy relacionados con el mal humor y la irritabilidad.
«Al sentirse más cansado e irritado se pueden producir más situaciones sociales de agresividad, de enfados o de buscar problemas. Esto retroalimenta el estrés inicial que se ha iniciado que ha empezado con el aumento de la temperatura», incide la psicóloga.
Igualmente, el calor intenso limita en gran medida las actividades normales y la vida social. Como consecuencia, tienden a reducirse las relaciones entre personas. En estos casos, se reduce el contacto social y el aislamiento, lo que puede conducir a sentimientos de tristeza y soledad en algunas ocasiones.
«Es como una rueda que se retroalimenta. Eso hace, por ejemplo, que la relación con otras personas también se vea afectada. Y es que el estrés corporal acaba con la interacción entre las personas”. Así concluye la experta.
Estos son los factores más comunes por los que en días de calor, además de activos, también es probable que las personas se encuentren más estresadas, así como mucho más cansadas.
¿Por qué el calor nos pone de mal humor? El calor y el funcionamiento cognitivo
Tal y como se comentaba, el calor puede afectar también Varias investigaciones científicas han demostrado que el calor y el estrés por calor afectan a la capacidad cognitiva y al rendimiento “de manera diferencial”. Eso sí, depende del tipo de tarea que se vaya a realizar.
Un estudio realizado en 2021 en estudiantes universitarios por la London Global University ya habló sobre esto. Los resultados de este ejercicio lanzaron conclusiones interesantes. En ellas, detallaban que aquellos alumnos que estudiaban a temperaturas superiores a 28ºC tenían un estado de ánimo más negativo que aquellos que estudiaban a temperaturas de entre 22ºC y 26 ºC.
Cabe destacar, en este aspecto, que los efectos del calor en el estado de ánimo y en el humor responden también a las particularidades de cada persona. La tolerancia al calor, la adaptación y las experiencias personales determinan, en gran medida, la respuesta de cada individuo al calor y las altas temperaturas.
El calor, el estrés y las consecuencias para la salud
En este sentido, estudios recientes señalan que el calor y las altas temperaturas pueden provocar estrés en las personas con graves consecuencias para la salud.
«La aparición de estrés por calor intenso y prolongado, como en julio-agosto de 2003, julio de 2010 o abril-mayo de 2018 ha sido una de las mayores amenazas por fenómenos meteorológicos en Europa en los últimos años», apuntan los expertos en un estudio publicado en 2022.
De este modo, la exposición prolongada a un clima inusualmente cálido puede generar un sobrecalentamiento y la sobrecarga del sistema circulatorio del organismo humano. Y con ello, el calor intenso puede alterar el funcionamiento habitual del ser humano, alterando el estado de ánimo, el humor y el carácter. Y en los casos más graves, afecciones a la salud con consecuencias fatales.
Se estima que la persistencia de las olas de calor ha causado un incremento de la tasa de mortalidad de hasta el 10% en Europa en los últimos años.