Este miércoles se cumplen los 15 días corridos que decidió tomarse el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, como plazo máximo, para autorizar los pedidos de importación. Muchas declaraciones juradas presentadas el primer día de iniciado el régimen –1º de febrero– ya fueron aprobadas, pero esta semana será clave para las que todavía no obtuvieron el aval del funcionario. Hasta ahora, muchos de los trámites iniciados fueron autorizados, otros tantos observados, mientras gran cantidad todavía no tiene respuesta.
Si bien aun no está claro cuál será el real efecto de este nuevo régimen, los empresarios manifiestan su preocupación ante las consecuencias que podría traer aparejado en la producción el faltante de algún insumo.

En todos los rubros, las consultas a las cámaras que los representan ante el Gobierno son diarias y hasta varias veces en la jornada. “Tenemos varios casos de DJAI observadas, pero no les dicen por qué”, señaló una fuente del sector autopartista, quien señaló que “también las licencias no automáticas están siendo un problema”.

“Tenemos el doble trabajo de lograr que las firmen y luego de asegurarnos que en Aduana tengan el duplicado de ese documento. Si no, la licencia no sirve de nada”, dijo la fuente.

Unos 100 representantes de los sectores automotriz y autopartista tuvieron el martes pasado una reunión con la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, para disipar dudas en torno al régimen. Pero los empresarios se fueron con las manos vacías.

“La actividad económica se desacelerá aún más por el nuevo control a las importaciones”, advirtió en un informe la Fundación Capital, que a su vez advirtió que el nuevo régimen “enciende luces de alarma respecto de cuál será la fluidez en el ingreso de insumos”.

Los datos que existen hasta el momento son los de la primera semana de vigencia del sistema. En ese lapso, se presentaron 16.500 declaraciones juradas, de las cuales 4.700 fueron aprobadas, 2.600 observadas y seguían en trámite otras 9.200. Fuentes del sector importador consultadas ayer desconocían las cifras actualizadas al viernes, pero hicieron hincapié en que este miércoles comenzará a quedar claro el funcionamiento y agilidad del régimen.

El informe de la Fundación indicó que la velocidad en la que se está limitando el ingreso enciende una luz de alarma respecto a la capacidad de la oferta local para responder a estos requerimientos, en un contexto de uso de capacidad instalada cercano a los récords.

El estudio también calculó que este año el saldo de la balanza comercial rondará los u$s 7.138 millones, cifra inferior a los u$s 10.347 millones registrados en 2011. “Más que una lógica comercial y de actividad, los requerimientos de divisas serán quienes definan la trayectoria de las importaciones en nuestro país, constituyendo un serio riesgo para el normal funcionamiento de varias cadenas productivas”, planteó el documento.