Colón ya dejó atrás el golpazo en Liniers y se prepara para el desempate del viernes, desde las 17, en Rosario ante Newell's en busca de mantener la permanencia. La derrota 3-1 caló hondo en el plantel, que no descendió por el paso en falso de Gimnasia. En este caso, el destino le dio una chance más, que no puede desaprovechar. 

Un rendimiento que no estuvo a la altura e Israel Damonte se responsabilizó por el planteo. Lo que quedó claro es que, cada vez que el equipo va de visitante, pierde. Son seis reveses en fila para caer en esta situación. De local tiene un plus con su gente, pero la realidad indica que nunca le pudo encontrar la vuelta al momento de salir y lo pagó en la general.

De cara a esta final en el estadio de Newell's, el conductor sabalero no tiene suspendido y está pendiente de la recuperación de Eric Meza, que finalmente no sufrió un desgarro sino una fuerte contractura. No estuvo óptimo para el partido ante Vélez, pero la idea es que sí está a disposición ante el Lobo.

Otro que hace todo lo posible para estar es Damián Batallini, que formó parte de los concentrados. La idea era no jugar más por este campeonato, pero ante la apremiante situación podría estar. Todo dependerá de cómo vaya el día a día. 

Un momento límite para el plantel y cuerpo técnico, que afronta una nueva semana a pura tensión y donde será crucial la personalidad. Los trabajos será en el predio por la mañana hasta el jueves y luego se dará el viaje a Rosario para esperar concentrado.