Esta es la regla de oro para tener la contraseña más segura del mundo
Si bien la complejidad de la clave es fundamental, hay otro factor más importante
Hay quienes consideran que su información no resulta de interés para los ciberdelincuentes o que no se verán afectados por un ciberataque. Sin embargo, esta suposición es incorrecta.
Los ciberdelicuentes buscan cualquier tipo de datos, desde detalles bancarios hasta aquellos que puedan desencadenar la filtración de información altamente sensible. Por lo tanto, es imprescindible tomar en serio la protección de la información propia, y un paso fundamental es la creación de una contraseña robusta.
Una interrogante frecuente es la preferencia entre una contraseña extensa o una breve. La complejidad de la respuesta radica en la importancia de la longitud para la seguridad digital. Una mayor extensión de la contraseña complica la tarea de los hackers para descodificarla.
Entonces, surge la inquietud sobre la longitud adecuada, a la cual los especialistas en seguridad informática han dedicado atención para determinar una respuesta.
Los especialistas en seguridad afirman que la extensión de la contraseña es crucial para proteger la información. Recomiendan que estas tengan un mínimo de 12 caracteres, siendo preferibles aquellas de mayor longitud. Ello es debido a que contraseñas breves pueden ser vulneradas con técnicas como el ataque de fuerza bruta.
Estos últimos son métodos utilizados por los ciberdelincuentes para descifrar contraseñas, consisten en probar sistemáticamente todas las posibles combinaciones de letras, números y símbolos hasta encontrar la correcta que permita el acceso no autorizado a una cuenta o sistema.
Dicho tipo de ataque aprovecha las debilidades de contraseñas cortas o simples, siendo más efectivo contra ellas que contra contraseñas complejas y largas.
De acuerdo con el científico investigador del Georgia Tech Research Institute en Estados Unidos, Joshua Davis, las contraseñas de ocho caracteres son insuficientes y pueden descifrarse en cuestión de minutos.
Creadores de aplicaciones conocidas para la gestión de contraseñas, tales como Bitwarden y 1Password, recomiendan que las contraseñas óptimas deben contener de 14 a 16 caracteres o incluso más, y aconsejan que para los usuarios comunes, estas posean una longitud de entre 11 y 15 caracteres.
Expertos de NordPass y Windows sugieren que las contraseñas contengan al menos 12 caracteres, considerando 16 como la longitud ideal. También destacan la importancia de incluir una mezcla de mayúsculas, minúsculas, números y símbolos para incrementar la fortaleza de la contraseña.
Consejos para una tener una contraseña infalible
Hay programas que generan contraseñas con caracteres aleatorios que cumple con los requisitos recién dichos. Otra opción es crear una contraseña propia. Para ello, se puede utilizar una frase o una oración fácil de recordar, pero difícil de adivinar.
Por ejemplo: en vez de utilizar la frase “Mi auto es azul”, los usuarios puede optar por “M1 4ut0 e5 45ul” y combinarlo con números o símbolos así como hacer uso de letras en mayúsculas.
Resguardar los datos personales en el entorno digital es esencial. Para ello, una acción fundamental es establecer una contraseña que tenga un mínimo de 12 caracteres, siendo preferible una mayor longitud, tal como aconsejan los especialistas en seguridad.
Otras recomendaciones de ciberseguridad
Además de una contraseña robusta, se pueden seguir otras medidas de seguridad como:
-Utilizar autenticación de dos factores (2FA), que añade una capa extra de protección requiriendo un segundo método de verificación.
-Cambiar las contraseñas regularmente y no reutilizarlas en diferentes cuentas o servicios.
-Mantener el software y los sistemas operativos actualizados para corregir vulnerabilidades de seguridad.
-Evitar hacer clic en enlaces o descargar archivos de fuentes desconocidas para prevenir el malware.
-Realizar copias de seguridad periódicas de los datos importantes.
-Utilizar redes privadas virtuales (VPN) cuando se conecte a redes públicas para cifrar el tráfico de Internet.
-Ser cauteloso con la información personal compartida en redes sociales y otras plataformas en línea.
-Monitorear regularmente los accesos a las cuentas y revisar los permisos de aplicaciones y servicios.