Santa Fe RC se convirtió en una entidad formadora de juveniles con proyección, a partir de entrenadores con experiencia y jerarquía. Este proceso llevó a una mejoría en los planteles, que se dio en forma natural y progresiva.

En los últimos años, el Santa dio un salto de calidad en lo deportivo y en juveniles se ubica entre los mejores de la región. Y lo dejó ratificado en esta temporada, cuyo broche de oro fueron las consagraciones de su Séptima y Sexta División el pasado fin de semana.

La Sub16 se coronó al derrotar en la final a Alma Juniors por 2 a 1. Las dirigidas por Martín Vich lograron asentarse bien desde el inicio y se pusieron en ventaja con un penal que Aylén Obaid cambió por gol.

El “tricolor” siguió generando varias situaciones agresivas siendo superior desde las recuperaciones. En ningún momento dejó de presionar, y continuaron siendo vertiginosos en sus ataques, sin descuidar la parte defensiva.

Buscó ampliar la diferencia constantemente, y sobre el cierre del segundo cuarto, lo hizo desde un rebote que conectó Camila Montalbetti sobre la línea de gol.

Las “lobas” fueron de menos a más y en los últimos 30 minutos de partido, se animaron un poco más. Adelantó sus líneas y proyectó a sus volantes. Juanita Brega e Isabella Noroña aportaron en ambos costados. Con más confianza y a partir de una elaboración prolija, hubo una mayor fluidez de juego y se pusieron en partido.

Lograron el descuento en el inicio del último parcial, desde un tiro elevado de Brega a la salida de un corner corto. La formación esperancina dispuso de superioridad numérica en varios tramos de esa etapa, ante diferentes sanciones con tarjetas para SFRC.

Pese a que dispuso de varias situaciones para el empate, la postura ordenada y comprometida bien plantada del “santa” impidió que pueda volver a vulnerar el arco de Rocío Alonso y el “santa” celebró el título.

Para la Sub14, el tricampeonato

Año perfecto para la Séptima División. El “tricolor” se adjudicó el título en el torneo Dos Orillas, también en el Regional “B” hace unas semanas atrás y ahora el Oficial. En un partido muy intenso, logró un triunfo agónico ante El Quillá.

Los dos se plantaron con la idea firme y tuvieron una clara intención de ir al ataque. Fue un partido aguerrido, con intensa presión en el mediocampo y búsquedas largas hacia los costados para favorecer los avances. Fue palo a palo hasta el final, reduciendo espacios entre líneas.

Las “tiburonas” trataron de agilizar el juego con atrevimiento y personalidad. Sin embargo, el “santa” no perdió la brújula y se dedicó a mover la bocha de lado a lado hasta encontrar un hueco a penetrar. Y esa paciencia le dio su premio.

En una gran acción individual, Justina Prazenicka marcó un golazo espectacular en la única diferencia que hubo en el marcador. Fue con un remate al ángulo desde el vértice del semicírculo en la última jugada del partido.