El séptimo título de Rosario Central en el profesionalismo

El Canalla cortó una prolongada sequía con la obtención de la Copa de la Liga Profesional

"En el 70 nos robaron". Ángel Acosta, un socio "canalla" vitalicio de 74 años, que vive en Génova y Cordiviola, enfrente del Gigante de Arroyito, cuenta en primera persona y con pelos y señales el escandoloso arbitraje de Ángel Norberto Coerezza en la final del Nacional de 1970, que Boca le ganó 2-1 a Central en el suplementario y terminó con algunos integrantes de la barrabrava "xeneize" apoyados en el arco de Central, defendido por "Chupete" Quirgoa, en el viejo Monumental de River, como muestra una sepiada foto de El Gráfico.

"Ese día, o mejor dicho esa noche, nos robó Coerezza porque los hinchas de Boca estaban al lado de la raya de cal, adentro de la cancha de River. Chupete Quiroga un día vino al Club Reflejos, de Empalme Graneros, y nos contó que uno de los hinchas de Boca tenía una cuchilla así de grande" y abre las manos como un pescador.

Don Ángel, que vio todos los títulos que ganó Central en el profesionalismo, cuenta a sus tres compañeros más jóvenes la historia "canalla" durante el desayuno en el Hotel Savoy de Santiago del Estero, donde anoche vieron la vuelta olímpica de su viejo y querido Rosario Central.

Aquel equipo dirigido por Ángel Tulio Zof le ganaba a Boca en el viejo Monumental, pero los "Xeneizes" lo empataron y después ganaron en el suplementario, en un partido plagado de irregularidades, entre otras un penal no sancionado por Coerezza, en las épocas en que apenas televisaban un partido por el viejo Canal 7 los viernes a la noche.

Al año siguiente, Central logró su primer título en el profesionalismo de la mano de Angelito Labruna, el "Feo", quien antes se llevó a sus jugadores en la semana previa al clásico a concentrarse al Monumental para sacarlos de la fiebre futbolera rosarina.

Ese 19 de diciembre de 1971, como el Negro Fontanarrosa tituló su cuento del viejo Casare, el "canalla" que nunca lo había visto perder un clásico a Central y lo secuestran, el "Cai" Aimar abrió un tiro libre al uruguayo González -el mejor número 4 de Central del profesionalismo-, quien tiró un centro preciso y Aldo Pedro Poy -a quien los hinchas puteaban porque erraba muchos goles- voló y metió el mítico gol de palomita, que los locos lindos de la Ocal (Organización Canalla para América Latina) celebran cada año y hasta postularon al récord Guinness como el gol más festejado del mundo.

Después vino la final que Central le ganó 2-1 a San Lorenzo en la vieja cancha de Newell's -era en cancha neutral- con goles del "Pato" Colman y del "Chango" Gramajo, luego de dos jugadas calcadas con un centro atrás de Aldo Pedro Poy. "Aldo fue otro jugador cuando dejó de dar la vueltita", me confió el Chango Gramajo - el mejor wing izquierdo de Central en el profesionalismo- en la última entrevista. Esa noche, San Lorenzo ganaba con un gol del "Lobo" Fisher, quien había aprovechado una pifia del "Coco" Pascuttini. Como bien recordaba el "Chango" Gramajo: "A Pascuttini le dije, dejá de pararla de pecho porque vos tenés un resorte".

En la década ganada "canalla", Central cosechó su segundo título del profesionalismo en diciembre de 1973, de la mano de Los Picapiedras de Carlos Timoteo Griguol, quien apenas tenía 37 años. Aquel equipo era muy efectivo con el mediocampo integrado por Carlos Daniel Aimar, Eduardo Solari y Aldo Poy.

En aquellos tiempos Central compró el pase del mejor jugador de su historia, el delantero de Instituto Mario Alberto Kempes, un jugador extraordinario que convirtió la friolera de 97 goles en un año y medio, pero, extrañamente, no salió campeón el el club del barrio de Arroyito.

Poy contó la historia de Kempes en Central en una entrevista con el "Pato" Fillol: "(El presidente Víctor) Vesco no quería traerlo a Mario porque era muy caro. Yo ya lo conocía de la selección entonces lo agarré a (el secretario Antonio Osvaldo Rodenas) Tito y le dije: "Tráigalo porque Kempes le asegura un gol por partido". Finalmente, lo trajo y Kempes fue un jugador extraordinario, pero me equivoqué porque me quedé corto: Kempes no hizo un gol por partido sino que metió 197 goles en el año y medio que estuvo en Central".

Don Ángel Tulio Zof -el técnico que ganó tres títulos con Central- logró el cetro del Campeonato Nacional 1980, cuando Central goleó 3-0 a Newell's en la semfinal y 5-1 al Racing de Córdoba del "Coco" Basile en la final, ambas jugadas en el Gigante de Arroyito.

El sempiterno don Ángel cosechó el título de campeón de la temporada 1986-1987 cuando Central empató en un tanto como visitante de Temperley el sábado 2 de mayo de 1987, el día en el que centenares de hinchas "canallas" se hicieron socios del club local para poder ver y dar la vuelta olímpica, un punto por encima del Newell's del "Indio" Solari.En aquel equpo quizá el mejor de los campeones, brillaban el Patón Bauza, Omar Palma y Roberto Gasparini.

Don Ángel volvió a lograr un título, esta vez el primero internacional de Central, la noche mágica del jueves 19 de diciembre de 1995, cuando su equipo y su hinchada dieron vuelta un 0-4 contra Atlético Mineiro en el Gigante de Arroyito y ganaron en la definición por penales, en aquel gran equipo de "Petaco" Carbonari, el "Tordo" Palma, "Vitamina" Sánchez y el "Polillita" Da Silva.

Central comenzó a ganar otro título cuando venció a Newell's en el clásico jugado en el estadio de Arsenal el 1 de noviembre des 2018 con el mítico gol de taquito del "Chaqueño" Herrera.

La recordada noche del jueves 6 de diciembre de 2018, de la mano del querido "Patón" Bauza -el único jugador de su historia campeón en esa condición y como técnico- empató en un tanto y venció por penales a Gimnasia y Esgrima La Pata, y obtuvo la Copa Argentina en el estadio Islas Malvinas, de Mendoza.

Y anoche, el equipo de Miguel Ángel Russo coronó su séptimo título en el profesionalismo, con su justa victoria en la final de la Copa de la Liga, cuando venció a Platense con el gol maradoniano de Maximiliano Lovera.

Así. Russo se tomó revancha de la final de la Copa Argentina perdida por penales contra Huracán y los hinchas "canallas" lo despidieron con un clásico: "Es el equipo de Miguel".