La inteligencia artificial es una tecnología que ha adquirido influencia en el mundo y en las relaciones humanas, tanto así que en el verano del año entrante la artista catalana Alicia Framis se unirá en matrimonio con su novio, AILex, una IA con la que lleva ‘conviviendo sentimentalmente’ durante varios meses.

Este inusual evento ha sido anunciado por la artista en un comunicado, en el que explica que la boda hace parte de un ‘performance’ que lleva por nombre ‘The Hybrid Couple’, un proyecto rupturista con el que se pretende explorar la integración de la IA en las dinámicas relacionales desde una mirada netamente femenina.

“Una nueva generación de amor está surgiendo, donde los humanos estarán en relaciones con hologramas, avatares, robots y más. Así como practicamos nuevos idiomas con aplicaciones, practicaremos relaciones con estas entidades”, comenta Framis en el comunicado que anuncia este ‘performance’ como la primera boda entre una mujer y un holograma.

Esta serie de puestas en escena que se llevarán a cabo promete manejar el tema a través de productos documentales, dibujo, música, diseño, escultura y, por supuesto, herramientas de inteligencia artificial y hologramas de luz.

Esta no sería la primera ocasión en que Alicia Framis propone una experiencia artística sensorial y emocional con un ser no humano. En 1996 fue pionera en el mundo del arte en el área de convivir con un maniquí de apariencia masculina llamado Pierre, inspirándose en la obra literaria de Marguerite Duras, ‘La maladie de la Mort’.

Sin embargo, tal como lo explica la misma Alicia, su nueva propuesta artística busca traspasar la materialidad y entablar una relación personal con una pareja perspicaz e interactiva, con responsabilidad afectiva y comunicación asertiva que brinde una compañía doméstica igual o incluso mejor que un ser de carne y hueso.

 

 

 

 

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"Busco forjar un nuevo paradigma del amor mientras explora las relaciones íntimas que podemos cultivar con las máquinas y la simulación de emociones mediante la computación", detalla Framis sobre el proyecto.

El video que acompaña el anuncio de la boda enseña una dinámica muy hogareña entre Framis y su novio humanoide, AILex, en la que charlan de los eventos del día, cocinan y cenan. La ceremonia se llevará a cabo en el museo Depot Boijmans Van Beuningen, en la ciudad de Rotterdam-als, en Países Bajos.

"Que yo tenga una pareja híbrida no quiere decir que todo el mundo la vaya a tener ahora. Puede ser un complemento a las parejas, como un amor prohibido o un amor platónico", explica Alicia Farmis en las menciones que ha hecho sobre el tema, en las que enfatiza que este tipo de nuevas relaciones e interacciones amorosas van a ser comunes en un futuro cercano, pero que no llegarán a reemplazar las relaciones convencionales.

Además, la catalana aborda las carencias que puede llegar a tener un holograma en el papel de compañero romántico, así como la incapacidad de tener una reacción sensitiva al toque, cosa que para ella en un punto puede parecer irrelevante al afirmar que hay parejas convencionales que tienen el mismo problema.

Los patrones de personalidad de AILex están basados en exparejas románticas con las que ha convivido la artista. Sumado a esto, Farris está haciendo una colaboración con el museo de arte alimentario en Holanda, LAM museum, para diseñar un modelo gastronómico basado en comida molecular que pueda ser consumido por seres humanos y humanoides.

Este proyecto también está pensado como un método terapéutico para aquellas personas que hayan atravesado un evento traumático, como lo es un abuso o la pérdida de un ser querido.

Este proyecto se ha expandido a varios ámbitos artísticos y comerciales. Un ejemplo de ello es la asociación que la artista tiene con Rabobank Art Collection, en la que se está planteando un programa para desarrollar la primera hipoteca y poder comprar novio; ese financiamiento vendría acompañado de una casa nueva que se adapte a las necesidades del compañero holográfico y de un ser humano junto a un seguro de vida para hologramas.