En días donde la temperatura llega valores más elevados es importante estar atento y prevenir con acciones simples un golpe de calor. Para mantenerte correctamente hidratado conviene beber líquidos en forma constante sin esperar a sentir la sensación de sed porque, cuando ésta se presenta, el organismo está indicando que existe cierto grado de deshidratación.

Además del agua, nutriente vital para la salud, existen otras alternativas con las que complementar su consumo:

1- Comer alimentos ricos en agua. Las frutas, hortalizas, leche y yogur son los de mayor contenido acuoso.

2- Variar el consumo de líquidos. Otras fuentes de agua son: agua con gas o soda, infusiones sin azúcar o con edulcorante, jugos light, gaseosas light, aguas saborizadas light, bebidas a base de hierbas sin azúcar. Además podés agregar jugos de frutas naturales, que poseen numerosas vitaminas y minerales, y gelatina light con frutas.

3- Evitar las bebidas alcohólicas. A pesar de brindar una sensación de frescura pasajera, favorecen la pérdida de líquidos corporales y aumentan el riesgo de deshidratación.

Recordá que en la ingesta diaria de líquidos cuentan las infusiones que tomás, los lácteos y el líquido aportado por frutas y hortalizas.