¿Qué va primero bronceador o repelente?
¡Sol? ¡Mosquitos? y el orden correcto para protegerte del sol y de los mosquitos.
El verano es una época para disfrutar del aire libre, pero también es importante protegernos de los rayos del sol y de las picaduras de mosquitos.
Para protegernos del sol, es importante usar protector solar con un factor de protección solar (FPS) adecuado para nuestra piel. El FPS nos indica el porcentaje de radiación ultravioleta (UV) que el protector solar es capaz de bloquear.
Para protegernos de las picaduras de mosquitos, es importante usar repelente. Los repelentes contienen sustancias químicas que alejan a los mosquitos.
¿Que se aplica primero el protector solar o el repelente?
La respuesta es que primero debemos aplicar el protector solar y esperar 30 minutos antes de aplicar el repelente.
Esto se debe a que el protector solar necesita tiempo para absorberse en la piel y comenzar a actuar. Si aplicamos el repelente antes del protector solar, es posible que el repelente interfiera con la absorción del protector solar, reduciendo su eficacia.
Además, es importante recordar que el protector solar debe aplicarse cada dos horas, luego de bañarnos en el agua o de transpirar intensamente. Cuando nos apliquemos el protector solar nuevamente, debemos respetar el mismo orden: primero el protector solar, esperar 30 minutos y luego el repelente.
Si sigues estos consejos, podrás protegerte del sol y de los mosquitos sin preocuparte por la eficacia de los productos que estás usando.
Consejos para aplicar protector solar y repelente
- Aplica el protector solar 30 minutos antes de salir al aire libre.
- Aplica el protector solar en todas las áreas expuestas al sol, incluyendo la cara, el cuello, las orejas, las manos y los pies.
- Vuelve a aplicar el protector solar cada dos horas, luego de bañarte en el agua o de transpirar intensamente.
- Aplica el repelente en todas las áreas expuestas a los mosquitos, incluyendo la cara, el cuello, las orejas, las manos y los pies.
- Vuelve a aplicar el repelente cada cuatro horas, o antes si te has bañado o sudado mucho.