El presidente de Alemania, forzado a dar explicaciones sobre sus negocios
El presidente de Alemania, Christian Wulff, tiene previsto hacer una declaración pública a las 11 de la mañana de este miércoles en medio de la presión para que dimita o bien dé explicaciones convincentes sobre un escándalo de corrupción y tráfico de influencias que lo persigue desde hace meses. La declaración de hoy llega horas después de que la Fiscalía de Hannover pidiera formalmente al Bundestag que levante la inmunidad de Wulff para procesarlo. Sería la primera vez que un jefe del Estado alemán es formalmente investigado por la justicia.
La canciller alemana, Angela Merkel, que debía viajar esta mañana a Roma a reunirse con el primer ministro Mario Monti, ha anunciado por su parte otra comparecencia media hora después que Wulff, a las 11.30 españolas. Esta misma mañana, la oposición alemana ha pedido al presidente Wulff que dimita ante la petición de la Fiscalía para retirarle la inmunidad. Angela Merkel ha sido uno de los principales apoyos de Wulff en esta crisis.
En su petición al Bundestag, la Fiscalía afirma que ve “indicios concretos y suficientes” para acusar al presidente de Alemania de cohecho y tráfico de influencias. El caso se remonta a 2007, cuando un empresario del mundo del cine financió las vacaciones de Wulff en una isla del mar del Norte. Wulff era entonces primer ministro del land norteño de Baja Sajonia, cuyo Ministerio de Hacienda avaló un préstamo para la empresa de Groenwold mientras él y Wulff veraneaban juntos.
El líder parlamentario de Baja Sajonia, Michael Grosse-Brmer, de la CDU (el partido de Merkel) declaró a un periódico alemán que el presidente debe "sacar las consecuencias" de la petición judicial. Un dirigente anónimo del Partido Liberal, declaró a Die Welt: "Esto se acabó".