La inteligencia artificial que imita a la perfección la letra manuscrita
Científicos crearon un sistema automatizado que emula la escritura a mano, con resultados indistinguibles a los de un ser humano
Investigadores de la Universidad Mohamed bin Zayed de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, patentaron un programa de inteligencia artificial que imita la letra manuscrita humana con un altísimo nivel de realismo. En las pruebas de laboratorio, los participantes no consiguieron distinguir la escritura de la máquina de la real. “Fue satisfactorio ver esa validación”, dijo Salman Kahn, uno de los científicos involucrados.
Una inteligencia artificial que imita la letra humana: los detalles del ingenio
“Queríamos probar lo siguiente: dar a un modelo algunas muestras de la escritura de alguien y ver si puede aprender sobre el estilo, para luego escribir cualquier cosa como lo haría esa persona”, señaló Hisham Cholakkal, uno de los investigadores involucrados.
Según explicaron, la clave para conseguir mejoras respecto a modelos anteriores fue el análisis de la distancia entre las letras, en cada caso. “Para imitar el estilo de escritura de alguien, queremos observar el texto completo”, observó al respecto el investigador Fahad Khan, en referencia a cómo las personas que escriben conectan los caracteres y espacian las palabras.
En primera instancia, el sistema trabaja con inglés. Los investigadores esperan, en un futuro, que también lo haga con el árabe, cuya grafía resulta más complicada, también para el ojo mecánico.
Los riesgos del avance por sus similitudes con las deepfakes
El avance de la inteligencia artificial, cuyo boom inició en 2023 y mantiene su vigencia, trajo consigo numerosos beneficios, en especial asociados a la productividad. Además, el despliegue de las tecnologías de generación automatizada involucra una serie de riesgos que deben ser considerados. La máquina que escribe como un humano no escapa a esa lógica.
Rao Muhammad Anwer, otro de los investigadores del equipo de la universidad en Dubái, reconoció que el sistema podría emplearse para fines non sanctos. En concreto, para engañar a terceros, debido al peligroso nivel de realismo de los resultados conseguidos. “Somos muy cautelosos al respecto porque podría usarse indebidamente. La escritura a mano representa la identidad de una persona, por lo que estamos pensando detenidamente en esto antes de implementarla”, comentó.
En ese orden, el método presenta paralelismos con las deepfakes, habitualmente asociadas a las imágenes y videos. Se trata de falsificaciones profundas —siguiendo la terminología en inglés— que se consiguen mediante técnicas de IA, una suerte de evolución del “photoshopeo”. En el pasado, numerosas aplicaciones de esas tecnologías generaron confusión, derivaron en desinformación y en ocasiones se emplearon para difamar a terceros con contenido falso.