Hasta el momento, el inicio de Julián Navas en Colón deja poco por destacar. Más que nada, porque se lo pudo ver poco producto de las lesiones. Primero, un problema en el pectoral lo hizo salir en el entretiempo del partido ante CADU, y segundo, por una situación muscular ni bien arrancado el cotejo ante Atlanta en Villa Crespo.

Ya había llegado con lo justo, pero en este caso debió salir por otra cosa. En pocas palabras, viene teniendo "mala pata", como se dice en la jerga. Esto le abrió la puerta al pibe Lucas Picech (20 años) que, si bien es central por naturaleza, Iván Delfino lo probó también como lateral derecho en la pretemporada.

Ahora ante la necesidad, entró para ocupar y cumplió. Lógicamente, con la marca como premisa producto de su oficio, algo que el técnico entiende perfectamente. Lo concreto es que, por esas cosas del fútbol, tiene más minutos que el propio titular: 127' contra 47'. 

Habrá que ver si el juvenil santafesino puede meterse entre los 11 en un mano a mano con Ezequiel Herrera, que llegó como refuerzo desde San Lorenzo, que es un marcador de punta definido. Un jugador en el que Delfino confía y que, llamativamente, fue suplente en los dos primeros partidos y sumó más rodaje que el titular.