Qué paso entre Demichelis y Barco en Tucumán
El entrenador Martín Demichelis fue muy duro con Esequiel Barco luego de la tensa situación que se vivió en Tucumán. El jugador pidió disculpas y el conflicto no escaló a más. Mientras tanto, habrá estudios para Borja.
La tensa situación entre Martín Demichelis, Esequiel Barco y Miguel Ángel Borja por el penal que le dieron a River a los 20 minutos del primer tiempo, contra Atlético Tucumán en el José Fierro, se robó todos los flashes de una noche sin goles. El enojo del Colibrí, la desobediencia del mediocampista y la posterior furia del director técnico desembocó en la decisión de que el ex-Independiente no saliera a jugar el complemento entre los once. Lo que sucedió en el vestuario durante el entretiempo fue clave. ¿Qué pasó ahí dentro?
Según la información a la que pudo acceder TyC Sports, el entrenador del Millonario fue muy duro con el futbolista nacido en Villa Gobernador Galvez. No le gustó nada que lo plantara en el campo de juego y no acatara su resolución de que el segundo penal -repetido por invasión de campo de los jugadores del Decano- lo pateara el goleador de la Copa de la Liga.
Más allá de algunos rumores intencionados de redes sociales a partir de una imágenes en la que se veían rasguños y pómulos hinchados, no existió ninguna pelea física entre Demichelis y Barco. Solo hubo un reproche por parte del DT y un pedido de disculpas posterior del volante que derivó en la finalización del conflicto. Sin embargo, hubo un castigo notorio: Franco Mastantuono fue el encargado de saltar a la cancha en su lugar para los segundos 45 minutos.
El exdefensor de la Selección Argentina, atento a esos rumores, explicó su rasguño en la cara era producto de "un hongo". Y, además, decidió no confrontar con Esequiel en la conferencia de prensa: "A cualquiera le puede pasar errar un penal o incluso dos, consideré que no estaba emocionalmente al ciento por ciento en el entretiempo como para que siga jugando en el segundo. Es un gran chico, a veces son las emociones de los jugadores por las pulsaciones, venimos ganando, quería participar porque todavía no había convertido en esta temporada. Me pidió disculpas porque no es egocéntrico y no es un chico que piense solo en él, en este caso no quería ceder la pelota pero de todo se aprende y hoy seguramente se lleve una gran experiencia".
Soslayadas las tensiones en el José Fierro, y con el liderato de la Zona A todavía en su poder, el principal problema de River será la evolución física de Miguel Ángel Borja, que el miércoles abandonó el campo de juego con una molestia en el cuádriceps de la pierna derecha. Es probable que le hagan estudios médicos para descartar o confirmar una lesión de gravedad, con la esperanza de que llegue al Superclásico del 25 de febrero contra Boca. Mientras tanto, el plantel tendrá día libre y luego volverá a entrenarse en Ezeiza. ¿El próximo objetivo en la mira? Banfield, el domingo que viene en el Monumental.