A fines de febrero, Taylor Swift estuvo en Australia como parte de su gira internacional que el año pasado pasó por la Argentina. La cantante estadounidense fue noticia por aquellos días por una denuncia policial que se presentó contra su padre, Scott Swift.

Un fotógrafo dijo a la Justicia que el hombre lo golpeó cuando la superestrella salía de una fiesta posterior a un concierto en Sídney. Ben McDonald, de 51 años, le contó a CNN que se enteró de que la cantante estaba a bordo de un yate en el puerto de la ciudad australiana después de su último show en la ciudad del lunes por la noche.

Según su testimonio, cuando Swift bajó del barco, un guardia de seguridad le puso un paraguas en la cara y la cámara, antes de ser golpeado por el infumable padre de la estrella, de 71 años.

“No habrá más acciones legales”

En las últimas horas, trascendió que se descarta presentar cargos contra el padre de Taylor Swift. La Policía del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, describió en un breve comunicado que “no habrá más acciones policiales” tras llevar a cabo una investigación sobre la denuncia.

“Estaba persiguiendo a Taylor. (Ella) se bajó de un yate en Neutral Bay y caminó por el muelle con un paraguas sobre su cabeza y un par de (guardias de) seguridad a su alrededor. Los de seguridad nos empujaban con los paraguas. Entonces su padre decidió darme un puñetazo”, alegó entonces McDonald en declaraciones al diario The Sydney Morning Herald.

Por su parte, un portavoz de la cantante señaló a la revista estadounidense People tras la denuncia que “dos individuos estaban empujando de forma violenta hacia Taylor, agarrando a su personal de seguridad y con el riesgo de tirar a una integrante del equipo al agua”.

Taylor Swift ofreció siete conciertos entre el 16 y 26 de febrero en las ciudades de Sídney y Melbourne como parte de su gira “The Eras Tour”.