"En otras palabras" la conmovedora obra dirigida por Nicolás Vázquez
Los actores Gime Accardi y Andrés Gil hablaron sobre el impacto del Alzheimer en una pareja.
Este viernes 29 de marzo es el estreno de En otras palabras, la obra que protagonizan Gime Accardi y Andrés Gil con libro de Matthew Seager y producción y dirección de Nicolás Vázquez.
En otras palabras es un drama romántico que trata la historia de Juana y Abel, una pareja que deberá sortear difíciles obstáculos debido a un diagnóstico prematuro de Alzheimer.
“Es un palazo en el medio de la relación que nadie se espera. Trata del acompañamiento de esa pareja, cómo están en las buenas y en las malas, verlos atravesar el tiempo, y que el amor todo lo puede, en definitiva”, dice Gime en una charla íntima con Ciudad.
En una producción conjunta de Nicolás Vázquez y Preludio, la obra se presenta en el Teatro Metropolitan (Avenida Corrientes 1343, Ciudad de Buenos Aires) y las entradas están a la venta a través de Plateanet.
En otras palabras dura 58 minutos. “Venís, te sentás y cuando te quisiste acordar estás comiendo una pizza enfrente y charlando sobre la obra”, explica Accardi.
-Andrés, ¿cómo es trabajar con Gime y Nico, pareja en la vida real, en una historia de amor? ¿Es intimidante?
Andrés Gil: -Cero intimidante. Es muy lindo. Soy uno más, me incorporaron a la pareja.
Gime Accardi: -Son una trieja.
Andrés Gil: -Estoy a nada de irme a convivir con ellos. No, está buenísimo. Al principio, sí, te admito que estaba un poquito incómodo el primer día.
Gime Accardi: -Aparte, el primer día ya salió beso.
Andrés Gil: -Sí, Nico fue como... “mirá, es a todo, a todo nada”. Está buenísimo. Obviamente yo estoy incorporándome también a un montón de códigos ermiten equivocarme y encontrar mi forma de incorporarme a lo que ellos proponen. Y está bárbaro. Para mí es un lujo estar al lado de ellos dos.que ellos tienen por ser pareja, y me recibieron muy bien y con mucha confianza como para poder expresarme desde mi lugar, traer mis ideas y mi visión. Me p
- Gimena, teniendo la posibilidad de trabajar con otros productores o directores, ¿por qué volviste a elegir a tu esposo?
Gime Accardi: -Básicamente volví a apostar por la pieza, por la obra de teatro. Él siempre está buscando obras nuevas para producir o para dirigir, y cuando encontró esta, me la contó y dije: “¡La quiero hacer sí o sí”. No importa si la hubiera dirigido él, o Montoto, la iba a hacer igual porque la pieza era espectacular. Y yo hace mucho que quería hacer una obra de solo dos personajes, donde en la misma obra yo puedo actuar muchas cosas distintas. O sea, que tenía... Teníamos como este plan en la cabeza, en mente, y cuando la encontró, ni dudé.
-¿Qué la dirija Nico fue un plus?
Gime Accardi: -Encima dirigida por él, ahí es cuando viene el plus, que para mí es muy interesante. Primero porque ya laburamos juntos muchas veces y sé que funcionamos en ese feedback de productor, director, actriz. Pero más allá de eso, porque sé que él tiene una exigencia y una visión que yo muchas veces no tengo. Y a mí como actriz que me dirijan con ese nivel de detallismo y de exigencia, me viene bien, me funciona.
-¿Cómo hacen para envejecer de una escena a la otra en segundos?
Andrés Gil: -Acá tardamos 6 segundos. Ayuda la posición de las luces de Mariano Demaría. Hay toda una puesta en escena que ayuda a que el cuento sea verosímil, pero el teatro permite hacer este tipo de ilusiones que tal vez en el cine es más meticuloso. Al ser algo, una especie de imagen completa, se logra, yo creo que muy bien.
-La obra toca el flagelo del Alzheimer. ¿Ustedes se emocionan en la escena?
Gime Accardi: -Sí, la obra tiene algo particular. Nosotros ensayamos un mes y pico en el teatro Niní Marshall del Tigre, con un telón negro, sin vestuario, sin vernos viejos, sin ningún tipo de truco. Hicimos un par de ensayos generales con público y notamos que la gente se emocionaba. Y lloraba muchas veces. La obra es magnífica solo por su libro.
-¿Recurren a esa famosa memoria emotiva para llorar, o ya la obra en sí misma los lleva a esa emotividad?
Gime Accardi: -Nunca hice memoria emotiva cuando lloro en la actuación, no aplico esa herramienta porque ahí sí me quedo mal. Cuando yo me voy a una memoria emotiva, después no puedo salir rápido de la escena. Entonces, es mejor que me lleve simplemente el texto.
Andrés Gil: -Me pasa que al principio, cuando intento entender qué es lo que le está pasando al personaje, sí lo relaciono con cosas personales para entender ese tipo de problemas. Después de los ensayos aparece la memoria corporal... Hay algo de la memoria del cuerpo y de la emoción que va apareciendo en el proceso de ensayar. Eso hace que también te conectes más con lo que está pasando en escena.
-¿Siempre se quiebran en las mismas partes?
Andrés Gil: -Hay días que pasa de una manera, otros días de otra, las emociones cambian. Hay días que va a haber más angustia, otros días menos, y creo que es lo mágico de la obra, que nos sorprendamos y nos digamos: “Che, viste, esto sucedió de otra manera” o “Te vi más enojada en este momento, más angustiada”... Eso hace que se mantenga viva la escena todos los días.
-¿Y cuando Gime está más enojada es porque antes discutió con Nico?
Andrés Gil:-Ja. ¡Se descarga conmigo! Ahora en serio, se trata de confiar en que si está sucediendo de otra manera, es porque está bien. Yo estoy agradecido de poder hacerlo, así que estoy dándolo todo para poder estar a la altura y cumplir con las expectativas.
La elección de Andrés Gil para acompañar a Gimena Accardi no fue al azar: en el día de la entrevista, el actor (que es novio de Cande Vetrano) lucía medias diferentes para generar conciencia en el Día del Síndrome de Down. Esa muestra de sensibilidad y compromiso social hizo que Nicolás Vázquez no dudara y le diera plena confianza para coprotagonizar la obra junto a su esposa.