El Superclásico entre River y Boca colmó el paladar del futbolero promedio, con varios condimentos interesantes. Las dos hinchadas enfrentadas, cinco goles, fallos arbitrales polémicos, patadas desmedidas y varios momentos de alta temperatura, que suelen ser característicos en esta clase de encuentros. 

El más picante de los encontronazos se dio en el segundo tiempo, cuando Borja embistió desde atrás a Marcos Rojo, que lo empujó luego desde el cuello. En ese mismo tumulto se trenzaron Edinson Cavani con Paulo Díaz, que pasaron de ser actores secundarios del tumulto a protagonistas. 

La pica continuó sobre el final, ya con la celebración del lado de Boca en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. Cánticos dedicados, gastadas a la hinchada rival, algún gesto de enojo por parte de los jugadores de River y criticas al arbitraje. 

Mucho menos esperado fue el momento de tensión que se vivió entre los jugadores después, a horas de finalizado el partido y en otra provincia. River volvió en un vuelo que arribó al aeropuerto de Ezeiza y Boca hizo lo propio un tiempo después, lógicamente por los festejos. Sin embargo, aún así se reencontraron en la pista de aterrizaje del Aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza. 

Allí, según contó el periodista Tato Aguilera en TyC Sports, los jugadores de Boca decidieron continuar con los característicos cánticos contra River, en el micro que traslada al plantel desde la bajada del avión en la pista hacia la zona de desembarque.

El gesto, claramente molestó a los jugadores del Millonario. Es más, desde el equipo de seguridad de River se comunicaron con el de Boca, de buena relación ambos, para pedirles calma para que la situación no pase a mayores.