Las acciones de YPF se derrumbaron 20% en un mes

El cruce con el Gobierno y la potencial negativa a distribuir dividendos le costaron u$s 3.700 millones en valor. Con ese monto hoy podría comprarse Telecom Argentina

Con una fuerte dosis de incertidumbre asociada a su negocio y las posibilidades de crecimiento en el corto plazo, la acción de la petrolera YPF ha caído bajo el imperio de un fuerte pesimismo profesado por buena parte del mercado bursátil global. El papel ha perdido más del 20% en sólo 3 semanas a partir del enfrentamiento político con el Gobierno que la acusa de no haber realizado inversiones para incrementar la producción y amenazada por la tenaz política del ministerio de Economía y el Banco Central, para prohibir el reparto de dividendos de aquellas compañías que venían haciendo un fuerte giro de dólares al exterior.
Ayer, la acción de YPF cerró en los $ 147, con un descenso de 7,5%. Para mensurarlo, si se toma el valor de mercado de la compañía a fines de enero de este año y se lo compara con lo registrado ayer, se obtiene que la firma perdió u$s 3.752 millones, un valor comparable a lo que vale Telecom Argentina o el suficiente dinero como para comprar los bancos Macro, Francés y Galicia.

Semejante caída tiene sus motivaciones. Lejos parece haber quedado el consenso de comienzos de 2011, cuando la acción de la petrolera no sólo sumaba adeptos en el mercado local entre eximios inversores y principiantes, sino también la expectativa de buena parte de los ejecutivos de la plaza financiera, fervorosos con la idea de vender las acciones de la empresa –Repsol se desprendió en los últimos meses del 17% de la compañía en la bolsa neoyorquina– en cada estación de servicio y hacer popular la inversión en renta variable.
Lejos también parece haber quedado ahora, de aquellos que la vieron como un vehículo por excelencia para invertir en una empresa petrolera que pagaba los dividendos más altos del mercado mundial –90% de pay-out– y que doblaba en el porcentaje de premio que retribuía cualquier otra compañía.
Aún más lejos la ven hoy aquellos que dudan sobre los próximos pasos que el Gobierno le tiene preparado a YPF, dependiente como es –por razones obvias al tratarse de una compañía petrolera– de las concesiones y decisiones del Estado.
“El futuro de la compañía es un misterio, el enfrentamiento con el Gobierno e incluso con los gobernadores la pone en una situación muy difícil y claramente va a presentar resultados más bajos de aquí en adelante”, señaló Leandro Verrier, portfolio manager de Bull Marker Brokers.

Inversión y dividendos

En la city señalan que la presidenta Cristina Fernández está aumentando la presión sobre las petroleras para que inviertan más después de que las importaciones de combustible se duplicaron a u$s 9.400 millones en 2011, lo que implica una fuerte salida de dólares.
“Es poco probable que la firma logre incrementar 15% su producción, cuando Petrobras puede hacerlo sólo al 6% anual”, dicen en el mercado. Pero sobre todo, ponen el foco en que YPF es uno de los mejores pagadores de dividendos. “La empresa siempre reparte sus ganancias entre los accionistas y eso siempre es tentador, especialmente para los fondos internacionales”, señaló un conocedor del mercado que ha formado parte de numerosos directorios.

En 2011, la empresa pagó $ 7 por acción mientras que en 2010 abonó en dos cuotas la módica suma de $ 11,30 por acción. En 2009 pagó $ 12,45 por papel. Bajo esta perspectiva, señalan que “es muy probable que el Gobierno impida a YPF repartir dividendos, entre 1.000 y 1.200 millones de dólares al año”. Señalan que “a Repsol le vienen muy bien cada año los dividendos por su 57% de YPF, pero el segundo accionista de la petrolera, el grupo Petersen, controlado por la familia Eskenazi los necesita sí o sí para pagar los intereses con los que compró sus acciones”.

El contraste entre las perspectivas históricas de la firma y la proyección actual hace que cualquier estimación queda a mitad de camino. Ricardo Cavanagh, de Itaú BBA Securities, puso en abril de 2011 un precio al papel de $ 220, 50% por encima del valor actual.