El infalible "machete" de Mansilla en Estudiantes
El arquero de Estudiantes tuvo consigo un ayudamemoria gráfico que mostraba cada una de las ejecuciones anteriores de los posibles pateadores. El detalle en los penales de Cavani y Zenón.
"Alguna vez nos iba a tocar errar más penales que el otro equipo". La frase de Juan Román Riquelme sobre los penales con los que Boca perdió ante Estudiantes resume de manera perfecta la derrota "con su propia medicina" de un equipo que supo beneficiarse muchas veces de esta modalidad de definición.
Sergio Romero nunca había perdido una tanda de penales con el Xeneize pero el héroe en la noche de Córdoba terminó siendo Matías Mansilla, arquero del Pincha, que le tapó los remates a Edinson Cavani y Nicolás Figal, mientras que vio como el de Miguel Merentiel se estrellaba en el travesaño para salir por encima.
Luego de la tanda y en medio de la celebración de Estudiantes se supo que gran parte de la clasificación y la actuación de Mansilla fue consecuencia del trabajo previo del arquero con el equipo técnico del Pincha, porque el riguroso estudio de cada uno de los ejecutantes surtió efecto.
Un papel que Mansilla llevó consigo junto a la toalla y la botella de agua mostraba cada uno de los ejecutantes de Boca, con todos los disparos ejecutados por cada uno y un círculo hecho con lapicera indicaba la zona de "tendencia" de remate. A esas zonas redondeadas con lapicera, que sugería el machete, se tiró en las ejecuciones de Cavani (se lo atajó) y Zenón (no lo contuvo por muy poco).
A Figal no lo tenía muy estudiado ya que en el papel se improvisó un arco con dos cruces marcadas, una de ellas cerca del lugar donde terminó ejecutando. Lo de Merentiel es caso aparte porque si bien se tiró donde sugería el papel, el uruguayo cambió la ejecución pero lo terminó desviando.
El arquero se mostró feliz tras su actuación y reconoció el trabajo de estudio meticuloso con su cuerpo técnico, más allá de reconocer la jerarquía de Cavani y su imprevisibilidad. Lo cierto es que el machete lo contradijo y lo que hubo fue justamente predicción. Para que el Pincha lo celebre.