El día que asaltaron a Traverso y estalló de bronca porque lo confundieron con Cocho López
Ganó seis títulos en TC y otros siete en TC 2000 y fue el único piloto argentino que obtuvo campeonatos en cuatro décadas distintas. Murió a los 73 años tras protagonizar cientos de anécdotas..
Juan María Traverso, leyenda del automovilismo argentino, murió este sábado a los 73 años. Conocido como el Flaco, porque cuando comenzó a correr en el Turismo Carretera pesaba 53 kilos. Ganó 16 campeonatos nacionales en toda su trayectoria. Logró seis títulos y 46 victorias en Turismo Carretera y siete títulos y 68 victorias en TC 2000. Fue el único piloto argentino que obtuvo campeonatos en cuatro décadas distintas. Y generó un sinfín de historias, muchas relacionadas con su temperamento.
Entre las anécdotas que tuvo el piloto hay una con un ladrón que es imperdible porque le generó más bronca que lo hayan confundido con un rival de las pistas que el propio asalto a mano armada.
Juan María Traverso nació el 28 de diciembre de 1950 en Ramallo, Provincia de Buenos Aires. Fue un extraordinario piloto, probablemente el mayor emblema del automovilismo argentino de los últimos 50 años. Su fama de “calentón” pudo confirmarse en varias situaciones.
“Corrí con muchos bravos pero nunca con un pelotudo como éste. No lo pienso denunciar, pero lo voy a cagar a trompadas”. Aquel enojo contra Gabriel Ponce de León luego de un despiste en 2005 en Río Cuarto quedó en la historia.
“Nunca jamás me peleé, en ningún lado me agarré a trompadas. Primero porque no sé pelear, segundo porque capaz que la ligo y, por último, ganar una pelea para tener razón, la verdad que no. Los amenazaba con que los iba a cagar a trompadas, pero jamás me peleé con nadie”, confesó alguna vez.
En el libro “Juan María Traverso, el último ídolo”, el Flaco recuerda una situación insólita que le tocó vivir y que lo describe tal cual es. Ocurrió cuando Traverso fue víctima de un hecho de inseguridad: fue secuestrado de forma momentánea para poder robarle la camioneta en la que circulaba. Durante los instantes que estuvo cautivo con los delincuentes, se generó una confusión que hizo estallar de bronca al expiloto.
“Una vez me afanaron la camioneta y manejaba el chorro. No sabes cómo iba, cruzaba las bocacalles a fondo, en cualquier momento nos dábamos un palo. Yo estaba sentado al lado y le pedí que fuéramos más despacio, si no nos seguía nadie”, contó el de Ramallo en el libro.
“Tranquilo, Cocho”, le dijo el delincuente. Traverso no lo podía creer, el ladrón se lo había confundido con otro piloto, con Osvaldo “Cocho” López, y eso generó una respuesta picante del Flaco: “¿Me dijiste Cocho? ¿Pero vos querés que te cagué a trompadas?”. Finalmente, el delincuente escapó con el vehículo, pero la molestia de Traverso no fue por el robo. “Igual se fue con la camioneta y encima me confundió con Cocho López, ese chorro sí que no tiene perdón…”, concluyó.
Otra con Cocho López
“Para mí el deporte, básicamente, es una actividad que debería mejorar el físico de una persona. Sin embargo, el automovilismo te lo arruina. Respirás todo el tiempo gases tóxicos, los ruidos te dejan sordo, la columna se te hace pomada”, dijo en su momento. Y el tema de la “sordera” también fue motivo de otra anécdota con Cocho López.
“Cocho tenía un programa y venía con el camarógrafo y dijo en vivo ‘vamos a hablar con un grupo de gente mayor del automovilismo’, relató Traverso y agregó: ”Y Cocho tiró: ‘Tengo que hablar fuerte porque esta gente se quedó sorda, producto del ruido de los autos, sobre todo el Flaco’”.
Y cuando Cocho López admitió que él también se había quedado sordo por el automovilismo, Traverso le espetó: “Nosotros nos quedamos sordos por el ruido de los motores, vos no, porque te estiraste tanto la cara que tenés las dos orejas en la nuca”. Cocho empezó a decir: “Cortá, cortá, ¿salió al aire esto?”. La conclusión de Traverso es genial: “Al día de hoy cada vez que me ve me putea por eso”.