Denver Nuggets venció a Minnesota Timberwolves por 115 a 107 y reinició la serie de las semifinales del Oeste. El equipo de Malone perdió los dos partidos de local y, cuando todo se veia negro, aparecieron Jokic, Murray y compañía para quedarse para recuperar las ilusiones de seguir en campaña. Anthony Edwards jugó un magnífico partido en el que logró meter 44 puntos pero no contó con el acompañamiento necesario.

Jokic terminó la noche con 35 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, mientras que Edwards sumó 44 tantos. El contraste pasó por lo bien que respondieron los compañeros del MVP de la actual temporada. Aaron Gordon sumó 27 puntos, (11 de 12 en tiros de campo) y Jamal Murray con 19 puntos y 8 asistencias. Una vez más los Nuggets demostraron lo completo que es su equipo. 

Por otro lado encontramos a los compañeros de Anthony Edwards que no rindieron muy bien, como sí lo hicieron en los partidos en Denver. Karl-Anthony Towns que nunca encontró su partido: abrió con un 0 de 7 de campo y terminó con 13 puntos y un 5-18 de campo. A Rudy Gobert no le fue mucho mejor: 11 puntos y 14 rebotes, pero nulo impacto defensivo -un tapón-, además de 5 pérdidas y 5 infracciones. Denver también dominó en los bancos de suplente ganando por 27 a 13 en puntos convertidos por los relevos. 

El segundo cuarto fue la clave del encuentro. Denver ya se había llevado el primero y quería seguir estirando la diferencia. Faltaban 20 segundos para que termine la primera mitad y la diferencia era solo de 7 puntos en favor de los Nuggets. Una seguidilla de errores de los Timberwolves y de buenas acciones de los Nuggets terminaron en que Denver saque 15 de diferencia al final del segundo capítulo coronando con un triple terrible de Jamal Murray (64-49).