Se conocerá la sentencia contra ocho presos por la fuga en la cárcel de Piñero

En junio de 2021 cuatro hombres entraron a la unidad luego de cortar los alambrados perimetrales con una amoladora y enfrentarse con los vigiladores.

El juicio oral contra ocho presos, entre ellos Claudio “Morocho” Mansilla, y tres ayudantes por la masiva fuga en la cárcel de Piñero en junio de 2021 llega a su fin este martes con la lectura de sentencia por parte de los jueces Fernando Sosa, Ismael Manfrin y Silvana Lamas González.

Este martes al mediodía el Tribunal dará a conocer la condena contra los ocho presos que en junio de 2021 se fugaron de manera cinematográfica de la cárcel de Piñero cuando cuatro hombres entraron a la unidad luego de cortar los alambrados perimetrales con una amoladora y enfrentarse con los vigiladores.

El juicio empezó el pasado 29 de abril contra los presos Daniel David Piscione, Claudio Javier Mansilla, Ezequiel Rodolfo Romero, Martin Alejandro Cartelli, Joel Isaias Rojas, Sergio Martin Cañete, Alejandro Andrés Candia y Antonio Alejandro Smischmittlein y los ayudantes Franco Ezequiel Canteros, Rodrigo Leonel Gramajo y Walter Ezequiel Soraire.

 
 
Los reclusos fueron recapturados con el paso de las horas y Mansilla, jefe del pabellón, fue el último de los detenidos después de estar casi un año prófugo.

Las audiencias finalizaron la semana pasada con la lectura de los alegatos. En este sentido, el fiscal Franco Carbone solicitó que el mayor acusado, Claudio Javier “Morocho” Mansilla, sea condenado a 11 años y 3 meses de prisión.

Asimismo, concluyó que Canteros, Gramajo y Soraire fueron quienes ingresaron a la unidad para colaborar con la fuga. Por este motivo, pidieron 17 años y 6 meses de prisión para el primero y 26 años para el segundo. Respecto al último, murió durante la balacera.

Para los acusados Cañete y Rojas, el fiscal solicitó 21 años y 3 meses de cárcel por ser los “cerebros” del plan de fuga y portar tres armas. 

Por último, respecto a los otros seis presos, pidió 11 años y 3 meses de cárcel por el delito de evasión agravada y portación ilegítima de arma de fuego agravada en carácter de coautores.

“Estuvo bien planificada. Fue el mayor golpe de la historia al Servicio Penitenciario. Hizo cambiar para siempre la lógica de los penales, los protocolos, la infraestructura”, subrayó Carbone.