Se pierden 6 de 10 potenciales donantes por negativa familiar
Durante 2011, en la provincia hubo sólo 30 donantes de órganos, una cifra que está demasiado lejos de los 559 pacientes que esperan un órgano. Mientras la Argentina está a la cabeza de América Latina, la provincia está por debajo de la media nacional. El Cudaio y ONGs reflexionan sobre cómo revertir esta situación.
La provincia de Santa Fe tiene una de las tasas de donantes más bajas del país: 9,39 donantes por millón de habitante (PMH), cuando la media nacional es de 15,06. Además de estar casi seis puntos por debajo de esta tasa promedio, hay 16 provincias que la superan (Ver Baja tasa de donantes en la provincia).
Durante 2011, sólo hubo 30 donantes entre los 3.194.537 de habitantes que tiene la provincia. Córdoba, con una población similar, logró 40 donantes (y una tasa del 12,09 PMH); Mendoza, con casi la mitad de habitantes, tuvo 35 donantes (y una tasa del 20,13 PMH).
Pese a estar mal posicionada a nivel país, desde el Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio) aseguran que la tasa está repuntando. “Santa Fe tiene una tasa de 9,4 donantes por millón de habitante, pero en los últimos tres años veníamos con tasas de 8, 9. Ahora estamos repuntando”, sostuvo el Dr. Pablo Maidana, director del Cudaio.
Entre 2002 y 2005, la provincia superó la tasa media nacional de donación. Pero a partir de 2006, cayó por debajo de la media en el país, que viene en aumento en los últimos años y que en 2010 colocó a la Argentina a la cabeza de América Latina.
¿Por qué hay provincias que superan la media nacional y Santa Fe está por debajo? En la respuesta intervienen varios factores, entre los cuales Maidana destacó el rechazo por parte de los familiares de los potenciales donantes. “En la provincia tenemos un 60 % de negativa familiar, cuando la media a nivel país es del 40 %. Es decir que en Santa Fe un 60 % de las personas que podrían ser donantes no lo son. Eso habla del trabajo que tenemos que hacer en la sociedad, nos obliga a capacitarnos para abordar a la familia y llevar la información adecuada a la gente para que pueda tomar una decisión”.
Además, los médicos tienen su responsabilidad en detectar a los posibles donantes. “No tenemos que dejar pasar ningún paciente con muerte encefálica, sin que el organismo de procuración entre en contacto con esa familia”, advirtió.
—¿Perder potenciales donantes es algo que ocurre?
—Exacto. El médico, en la vorágine del trabajo y de continuar con los que tienen posibilidades de salvarse, descuida potenciales donantes. Ése es nuestro principal objetivo para incrementar los donantes, por eso instalamos las unidades de procuración en los hospitales, con médicos que recorren todos los días la terapia intensiva y que evalúan -junto a los profesionales de la terapia- la evolución de los pacientes.