La escalofriante experiencia paranormal que Yanina Latorre vivió en Edimburgo
La panelista contó las extrañas situaciones que le pasaron cuando vacacionaba en Escocia junto a su hijo Dieguito.
Yanina Latorre contó en LAM que durante sus vacaciones vivió una escalofriante experiencia paranormal. La panelista explicó que decidió quedarse unos días más en Europa con su hijo Dieguito y la novia luego de acompañar a su marido que tenía que cubrir la final de la UEFA Champions League.
“Edimburgo es una ciudad muy mística, está la universidad de parapsicología, hay toda una historia de una ciudad oculta. Están las brujas de Edimburgo. Ellos creen en todo ese tipo de cosas y tiene mucha historia la ciudad”, comenzó relatando Yanina y contó que todo el mundo le había recomendado hacer el tour de los fantasmas, entonces cuando llegó lo hizo.
“Una mina divina te cuenta toda la historia, te lleva a los cementerios. En Edimburgo tienen una relación con el cementerio, que es una plaza. Está todo abierto, los chiquitos andan en bicicleta, hacen picnic, la gente está en las lápidas”, explicó.
“Yo ya iba por los cementerios sintiéndome rara. Te van contando qué fantasma estuvo y en cada rincón de la ciudad te dicen: ‘Acá se murió una nena, si te bajás tres escalones la escuchás llorar. En este lugar hace 70 años que no se puede poner un negocio porque hay unos fantasmas que le agarran el pelo a los empleados, les agarran los tobillos’. Yo ahí me empecé a sentir paranoica. Toda la ciudad llena de estas historias”, aseguró.
Luego, contó que al llegar al hotel cuando estaba sola en su cuarto escuchó un ruido en su ventana. “Voy, miro, no veo nada, la abro. Yo creo que cuando abrí, entró”, consideró la panelista, quien aseguró que no creía en fantasma y se asomó para ver si había alguien.
“Me acuesto, me tapo y de repente siento que la sábana hace así (se levanta). Entonces digo: ‘Estoy dormida, estoy bien, estoy cansada’. Ese día había llegado. Y de repente empecé a sentir que me agarraban los tobillos. Miro y se me levanta la sábana. Dije: ‘Bueno, ya está, si me quiere violar... sabés qué, me dormí con el fantasma’. Estoy convencida de que estaba”, manifestó.
Pero la experiencia no terminó ahí. A la mañana siguiente cuando ordenaba la valija se dio cuenta que le faltaba un candado. “Doy vuelta todo. Yo soy ordenada, una valija sola de vacaciones. Abro todo, no encuentro el candado. Dije: ‘Bueno, no tengo candado, compraré uno’. Me voy a desayunar. Vuelvo, ¡y el candado estaba en la mesa de luz!”, reveló.
“Pasé noches tremendas en Edimburgo. Te lo juro. Es más, me llevé una botella de vino al cuarto”, expresó la panelista y, por último, cerró: “Los fantasmas me iban a perseguir a todos lados. Porque dicen que a veces te siguen, los invocamos���.