El humorista Cacho Garay cumplirá con prisión domiciliaria
El beneficio procesal es a raíz del agravamiento de su estado de salud.
En el marco de la investigación por abusos sexuales y violencia de género contra su ex esposa, Verónica Macías, la Justicia le concedió a Juan Antonio “Cacho” Garay la prisión domiciliaria debido a sus problemas de salud.
La disposición judicial fue dictada ayer y se hará efectiva este miércoles, luego que la defensa del humorista rinda una fianza de $5.000.000. No obstante, continúa la prohibición de salir del país y de la provincia de Mendoza.
Semanas atrás la fiscal de Violencia de Género, Mónica Fernández Poblet, solicitó el beneficio procesal para que “Cacho” Garay continúe la prisión preventiva en modalidad domiciliaria luego de verse desmejorado su estado de salud desde su estadía en el penal. Si bien el Servicio Penitenciario ratificó que el humorista podía ser tratado dentro de la cárcel, fuentes judiciales precisaron a Diario Uno que requiere de la asistencia de un médico más de una vez por día.
Considerando que Macías ya no está viviendo en Mendoza, por lo tanto se eliminó el riesgo de que Garay intente entorpecer la investigación, los abogados querellantes, Agustín Magdalena y Cristian Vaira Leyton, dieron el visto bueno a la postura de la Fiscalía y el juez Federico Martínez resolvió en la audiencia de ayer por la tarde conceder la domiciliaria.
No obstante, el portal Mdzol, informó que el representante del imputado, Daniel Romero, no terminó del todo conforme, ya que pretendía el cese de la prisión preventiva y la libertad de su defendido. En este marco, no se descarta que la resolución de este martes sea apelada en las próximas horas. Por lo pronto, hoy el comediante dejará el penal de San Felipe.
El abogado de Garay había argumentado la solicitud de que sea liberado en base a la última pericia psicológica que se incorporó en el expediente, la cual le quitó grado de credibilidad al testimonio de la denunciante.
“Vamos a efectuar una apelación al juzgado penal colegiado al solo efecto de que revea la situación y se expida al respecto del cese”, adelantó Romero en declaraciones a Mendoza Post.
El hombre de 68 años tendría cáncer de próstata, problemas cardíacos, neurológicos, motrices y visuales ya que habría perdido el 80% de la visión de uno de sus ojos, indicó la defensa.
El estado de salud de Garay fue clave para que la justicia resolviera concederle la domiciliaria a casi un año de estar detenido. La última información que había trascendido al respecto señalaba que el comediante había perdido más de 20 kilos. Además, al ser insulinodependiente y como consecuencia tener los picos de baja y alta azúcar en sangre, se le produce un desequilibrio al caminar.
A todo esto hay que agregarle un cuadro de depresión como consecuencia de las acusaciones que pesan sobre él. Trascendió que dentro del penal no habla con nadie y “llora todo el tiempo”.
La denuncia de Macías fue realizada en abril del año pasado, en paralelo a un crudo relato que hizo en los medios de comunicación al destapar la horrorosa historia que le tocó vivir al lado de Garay, entre manipulaciones, engaños y hasta ser obligada a mantener relaciones sexuales.
“Empezó la relación hace muchos años. Yo siempre soñé con cantar pero, no por la fama o ese tipo de cosas que dice la gente. Cantar, simplemente. Y él, cuando lo conocí, era otra persona. Como que me encantó, era una persona que se le veía buena, noble y, de a poco, me fue llevando. Me hacía creer que la única posibilidad de llegar al escenario era con él. Que él tenía todo el poder”, comenzó narrando la cantante en diálogo con Intrusos (América).
La cantante contó que Garay tardó tres años en hacerla subir a un escenario y que en ese tiempo sufrió todo tipo de torturas. “Él me hacía participar de encuentros con otras mujeres, todo era sexo. Yo pensaba que ya me había acostumbrado y lo empecé a naturalizar. A mí él no me quiso nunca y yo siempre le tuve miedo. Me hizo creer que tiene mucho poder. Un día quise escaparme y entré en shock, quise llamar a mis hermanas y él decía ‘hay que calmarla, hay que matarla a esta pendeja porque me va a arruinar la carrera’ y sacó un arma”, detalló.