Los secretos para disfrutar más la paternidad

La encuesta fue realizada a 500 hombres.

Cerca de 500 padres respondieron con consejos sobre cómo superar los difíciles primeros días de la infancia, establecer vínculos con los niños a medida que crecen y protegerlos incluso mientras uno se prepara para dejarlos ir.

A continuación algunos de los consejos favoritos, que han sido editados para mayor claridad.

1)Encontrar el disfrute

Especialmente en los primeros meses, hay que encontrar la diversión. Los primeros meses y años son repetitivos y agotadores. Si eso es en lo que uno se concentra, no sacará el máximo provecho de ser padre.

En lugar de eso, buscá la diversión. Ejemplo: Estaba cambiando el pañal de mi hija alrededor de las seis semanas. Le levanté las piernas para limpiarla y de repente tuvo una evacuación intestinal que salió disparada hacia mí, hacia mis pantalones, la cama y la alfombra. Pensé que era gracioso. Me quedé impresionado. Era un récord mundial. Implicó mucha limpieza, pero fue un récord mundial.

Tenemos que hacer las cosas difíciles, las cosas repetitivas. Viene con ser padre. Pero elegir ver la diversión, el deleite y el asombro en cada paso del camino me brindó una experiencia mucho más rica.

2) Buscar ayuda

El mejor consejo que ofrezco a los nuevos padres es algo que aprendí cuando tenía un hijo que pasó las primeras cuatro semanas de vida en el hospital: solo uno de los padres puede entrar en pánico a la vez. Desde un punto de vista emocional, si ambos padres son un desastre, entonces es difícil sostenerse mutuamente. Esto no significa descartar tus sentimientos. Solo se debe recordar que a veces hay que ser el apoyo externo y que ya llegará el momento de apoyarse en otra persona.

3) Hacerlo a tu manera

Sugiero tomarse desde el principio el tiempo para desarrollar un estilo de crianza propio. Al principio de mi viaje como padre, me di cuenta de que había estado funcionando con el piloto automático de mis padres y repitiendo como un loro todo (lo bueno y lo malo) que mi padre solía decir y hacer cuando yo era niño.

Me di cuenta de que no existe una única forma “correcta” de ser papá porque los padres y los niños son personas con diferentes necesidades y preferencias. Empecé a hacer las cosas a mi manera, basándome en las personalidades individuales de mis hijos, y todos estamos mucho más felices por ello.

4) Ser realista

Soy padre de cuatro hijos. El mayor tiene 18 años y el menor 11. Fui padre y amo de casa durante poco más de 13 años. A través de todos los cambios por los que pasan los niños y los padres, descubrí que lo mejor que puedo hacer es tener expectativas realistas. Intento despertarme todos los días y preguntarme: “¿Qué es realista esperar de mí y de cada uno de mis hijos hoy?”

5)Ser generoso con los elogios

No hay que dejar pasar la oportunidad de decirle a los hijos que se está orgulloso de ellos. Recuerdo un momento de hace décadas en el que una figura paterna hizo todo lo posible para decirmelo, y nunca lo he olvidado.

6)Priorizar los pequeños momentos

“Pasa rápido”. Esto es algo que me dijeron una y otra vez antes del nacimiento de mi primer hijo. La implicación era estar presente, auténtico y “allí” para mis hijos tanto como fuera posible y durante el mayor tiempo posible porque un día, y probablemente no el que yo eligiera, mi tiempo con ellos terminaría. Como resultado, desde entonces les he dado prioridad incluso en los “pequeños momentos”. Llevarlos de vacaciones solos cuando mi pareja no podía salir debido a obligaciones laborales, ser voluntario en sus escuelas, invertir tiempo con ellos en sus pasatiempos (¡no importa lo tontos que puedan parecer!), o simplemente estar para cuando ellos necesitan.

7) Destinar un día para compartir como por ejemplo “los sábados de papá”

Aquí hay un consejo basado en la experiencia personal: si uno pone a su hijo sobre los hombros y luego escucha un ruido sordo rápido, es porque hay un ventilador de techo en funcionamiento directamente encima y él está bien.

Una nota más seria: puede ser útil buscar un grupo de papás en etapas similares y organizar salidas regulares los sábados junto con los niños. No tiene por qué ser caro ni creativo. Además del evidente beneficio de pasar tiempo con un hijo, se combatirá la epidemia de la soledad masculina adulta, aumentará la confianza y la capacidad para cuidar a los más pequeños y se le darás a la pareja, si es que se tiene, el mayor regalo de todos: el silencio.

8)Hacer que los niños hablen

Si uno desea saber qué hizo su hijo en la escuela ese día, preguntar “¿Cómo estuvo la escuela?” jamás funcionará. En lugar de eso, sirve jugar el juego llamado “El mejor día de todos” en el que los hijos compiten para convencerlo a uno de que tuvieron el mejor día y terminan contando todo lo que pasó en la escuela.

9)Llevar un cortaúñas

Siempre. Solo cuando estés en el mundo con tus hijos te darás cuenta de lo largas que tienen las uñas.

10)Enseñar a tomar decisiones

El día que parten hacia la universidad te preguntarás: ¿Les he enseñado a tomar buenas decisiones? Esto me lo compartió un amigo cercano unos años antes que yo me adentre en el camino de la paternidad, y pienso en ello casi a diario.

11) Amigarse con los errores

La parte más difícil de la paternidad es dar un paso atrás y observar cómo un hijo comete sus propios errores. También es uno de los más importantes.

12) Permitir emociones como la tristeza y la ira

El amor y la felicidad no son las únicas emociones que los niños deberían poder expresar. También se les debería permitir sentir ira y tristeza. Nuestro trabajo es enseñarles a comprender estos sentimientos, aceptarlos, controlarlos y, lo más importante, “cómo y cuándo” procesarlos. No hay que olvidarse de hacerlos sentir seguros mientras se lo hace.

13) Cerrar la puerta del baño

Si los hijos tienen 7 años o menos, hay que cerrar la puerta del baño con llave mientras se está dentro. Es el único santuario de la casa.

14)Saborear la alegría

La primera infancia está llena de mágicos y fugaces momentos diarios de alegría: hay que saber hacer una pausa y saborearlos solo por un momento extra, unos preciosos segundos, cada vez. Y a medida que los hijos crezcan, habrá menos momentos espontáneamente felices, pero uno aprenderá a reconocerlos y apreciarlos cuando ocurran.

15)Ser el puerto

Uno proporciona un lugar seguro para sus hijos cuando llega la tormenta, pero los puertos están destinados para salir a navegar. Hay que dejarlos salir del puerto, pero estar siempre ahí para ayudarlos cuando lo necesiten.

16)Sonreir y reír

… tanto como se pueda. Un chiste no es un chiste de padre hasta que se hace evidente.*