La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) destruyó 621 kilos de drogas (421 de cocaína y 200 de efedrina) que fueron incautados en diferentes procedimientos realizados sobre envíos postales y en los controles de cargas y de pasajeros efectuados en los aeropuertos internacionales de Ezeiza y Jorge Newbery.

La incineración se llevó a cabo en los hornos de la empresa Tri Eco, ubicada en Dock Sud. Allí se quemó la droga con sus correspondientes métodos de ocultamiento, como por ejemplo valijas, libros, potes de crema, etc.

“En narcotráfico, la tendencia que hemos observado en los últimos años es que no se envían grandes lotes de droga sino que se trata de pequeñas encomiendas. Este fenómeno se da en nuestro país y también en toda la región”, evaluó la directora General de Aduanas, Siomara Ayerán, al tiempo que agregó que “se incrementó el narcotráfico por envío postal”.

Puntualmente, en 2011, la Aduana secuestró 159,80 kilogramos de cocaína que intentaron enviarse por Correo Postal Internacional (CPI) y Courriers.

La orden de destrucción fue dispuesta por los Juzgados de Primera Instancia y Tribunales orales que tuvieron a su cargo la instrucción y trámite de las distintas causas.

Cabe recordar que durante el 2011, AFIP a través de la Aduana, secuestró 1.346 kilogramos de cocaína, de los cuales, en su mayoría --773 kilos-- se interceptaron vía terrestre.

Los métodos de ocultamiento más comúnmente detectados son: dobles fondos de valijas, entre hojas y tapas de libros o carpetas, en el interior de estatuillas, impregnada en telas y dentro de cápsulas que fueron ingeridas o introducidas en el cuerpo de quienes la transportaban.

Para detectar el contrabando de estupefacientes, la Aduana incorporó el uso de tecnología y métodos de control no intrusivo como escáneres, la intervención de binomios de guías y canes y el análisis de perfiles de riesgo.