¿Cómo detectar la adicción al juego?
Conocé las principales señales de alerta.
El juego compulsivo es el impulso incontrolable de seguir apostando sin importar las consecuencias que eso tenga en la vida, incluso arriesgando algo que valorás con la esperanza de ganar algo de mayor valor.
Esto puede estimular el sistema de recompensa del cerebro de forma similar a como lo hacen las drogas ilícitas o el alcohol, lo que genera adicción. Así, es posible que hagas apuestas continuamente que te lleven a perder, agotar tus ahorros y endeudarte.
Los síntomas de alerta pueden incluir:
– Estar preocupado por apostar, como planificar actividades con apuestas constantemente, y por cómo obtener más dinero para apostar.
– Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores para sentir la misma emoción.
– Intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no poder hacerlo.
– Sentirse intranquilo o irritable cuando se intenta dejarlas.
– Apostar para evadir los problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión.
– Intentar recuperar las pérdidas apostando más.
– Mentir a tus familiares o a otras personas para ocultar la gravedad de la manera en que jugás compulsivamente.
– Poner en riesgo o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades educativas o laborales debido al juego compulsivo.
– Pedirles a otros que te saquen de apuros financieros porque perdiste tu dinero.
La mayoría de los apostadores casuales dejan de apostar cuando pierden o establecen un límite de cuánto están dispuestos a perder. Sin embargo, las personas con un problema de juego sienten el impulso de seguir para recuperar su dinero, un patrón que se vuelve cada vez más destructivo con el tiempo.
Algunos pueden tener períodos de remisión, donde apuestan menos o nada en absoluto. Sin embargo, sin un tratamiento, la remisión no suele ser permanente.
Si tus familiares, amigos o compañeros de trabajo te comentan que les preocupa que juegues, prestales atención. Dado que la negación es casi siempre una característica de la conducta compulsiva o adictiva, tal vez te resulte difícil darte cuenta de que tenés un problema.
No se comprende bien qué lleva a jugar de manera compulsiva. Al igual que muchos otros problemas, puede ser consecuencia de una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales.
Existen algunos factores respecto a la salud mental que suelen asociarse con este, quienes juegan compulsivamente suelen tener problemas de abuso de sustancias, trastornos de la personalidad, depresión o ansiedad. También puede estar asociado con trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
La ludopatía puede tener consecuencias profundas y duraderas en tu vida, por ejemplo:
– Problemas en las relaciones
– Problemas económicos, como la bancarrota
– Problemas legales o encarcelamiento
– Mal desempeño laboral o pérdida del empleo
– Mal estado de salud general
– Suicidio, intentos de suicidio o pensamientos suicidas
Si tenés factores de riesgo de sufrirla, considerá la posibilidad de evitar las apuestas de todo tipo, las personas que apuestan y los lugares donde éstas se realizan. Buscá tratamiento ante el primer signo de un problema para ayudar a evitar que empeore.