Tras seguir adelante en el resto de ese complemento y los primeros quince minutos del alargue, fue el propio delantero quien marcó el cambio al entregarle la cinta de capitán a Didier Deschamps, quien se la dio a N´Golo Kanté para que comande a Les Bleus en el resto del encuentro. 

Es durante ese segundo tiempo del tiempo extra que las cámaras capturaron a Mbappé con una bolsa de hielo en el rostro, para intentar apaciguar el dolor en la zona re-afectada en su intento de jugar con la fractura en su nariz que sufrió en la primera fecha del torneo ante Austria.  Afortunadamente para el goleador próximo a sumarse a Real Madrid, su seleccionado logró avanzar a las semifinales al imponer en la tanda desde los doce pasos, donde lo que terminó por definir la historia fue el yerro de Joao Félix. El delantero afirmó que fue su idea salir, siempre con la intención de hacer lo mejor para el equipo. "Hablamos con el entrenador al final del tiempo reglamentario. Dijimos que íbamos a intentarlo. A mitad de la prórroga, le dije que ya no me sentía bien, que estaba demasiado cansado. Me dijo que de acuerdo, que había cambio". Deschamps confirmó eso en la conferencia de posterior. “Mbappé es muy honesto conmigo y el vestuario. Y cuando no tiene capacidad de acelerar, podemos perder a un jugador, incluso siendo Kylian. A pesar de todo, con el déficit que tenía, los problemas que acarreaba, el traumatismo en la nariz... Es demasiado. No está al máximo de su forma en los esfuerzos. Está muy cansado”.

El delantero saltó a cabecear pero al girar su cabeza impactó de lleno con el hombro de Kevin Danso, lo que no solo le provocó un corte sino que también significó la fractura de su nariz. Pese a volver al torneo con una máscara protectora, el oriundo de Bondy sigue sufriendo los efectos de la lesión.