Qué diferencia hay entre nieve, aguanieve, graupel y lluvia helada

En medio de las bajas temperaturas, el Servicio Meteorológico Nacional explicó cómo son las diferentes precipitaciones que pueden darse en invierno.

En el marco de la ola de frío polar que afecta a casi todo el país, desde la localidad bonaerense de Mar del Plata llegaron registros de algunas precipitaciones este domingo, muy similares a la nieve, lo que desató un debate sobre de qué se trataba en realidad.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) explicó recientemente las diferencias entre las diferentes precipitaciones que pueden darse en el marco de la ola de frío. Indicó que en su trayecto al suelo, los copos de nieve pueden convertirse en lluvia, graupel o aguanieve, según la temperatura que tenga el aire en su camino.

En paralelo, y en medio del alerta por frío y temperaturas extremas que azotaban a casi todo el país, se mantenían advertencias por heladas fuertes en diferentes zonas del territorio bonaerense.

Cuáles son los tipos de precipitaciones del invierno

Tipo de precipitación:

  • Lluvia: Los copos de nieve se derriten al pasar por una capa de aire con temperaturas superiores a 0°C y llegan al suelo como gotas de agua.
  • Lluvia helada: Los copos de nieve se derriten, pero el agua queda con una temperatura inferior a 0°C. La lluvia se congela instantáneamente al entrar en contacto con superficies frías.
  • Aguanieve: Los copos atraviesan una capa pequeña de aire cálido y solo algunos de ellos se derriten. Al llegar al suelo, hay copos y gotas de lluvia. No se produce acumulación de nieve en el suelo.
  • Graupel: Los copos se derriten y se transforman en pequeñas bolitas de hielo. La nieve se deposita suavemente en las superficies.
  • Nieve: Los copos solo se encuentran aire frío y húmedo en su recorrido, por lo que no sufren cambios en su estado. La nieve se deposita suavemente en las superficies.

¿Qué tiene que pasar para que se produzca una nevada?

 Aire frío: No solo en la superficie, sino también en las capas altas de la atmósfera. La temperatura debe ser igual o inferior a 0°C en toda la columna de aire por la que desciendan las precipitaciones.

Humedad: La presencia de vapor de agua en la atmósfera es fundamental para la formación de nubes y, posteriormente, de nieve.

Precipitación: Es necesario que se produzcan precipitaciones en forma de nieve, lo que implica que las nubes deben encontrarse a una temperatura lo suficientemente baja como para que los cristales de hielo no se derritan antes de llegar al suelo.