Uno de los imputados negó haber tenido un hijo con Marita Verón
Luego de que Susana Trimarco completara su declaración ante el tribunal, hoy comenzarán a prestar su testimonio los imputados en la causa y el primero en subir al estrado será José Fernando "Chenga" Gómez, quien fue señalado como uno de los explotadores de la joven.
Ayer, Trimarco pidió que si existe un hijo de Marita "es mi nieto y quiero que aparezca". El hombre acusado de haberla violado e indicado como el padre de la criatura es Gómez, quien en sus primeras palabras ante los jueces señaló que no conoció a la víctima, y si hubiera tenido un niño "lo hubiese reconocido y criado".
"Entiendo la situación de Trimarco, que su hija no está. Pero no tenemos nada que ver, y ella a través de sus dichos dañó", afirmó el imputado. Además, se declaró inocente y manifestó que en estos 10 años le arruinaron la vida.
Gómez es hermano de Gonzalo Gómez, otro de los acusados, quien fue operado la semana pasada y obligó a la suspensión del juicio por una semana, e hijo de Lidia Irma "La mama Lili" Medina. Se sospecha que la familia era la propietaria de algunas de las whiskerías donde estuvo cautiva Marita.
En su declaración defendió a su madre y a su hermano, y negó a Ale, a Rivero, a Milhein, otros de los acusados. "Yo soy de La Rioja, me crié ahí, vine a Tucumán cuando me detuvieron", agregó.
"Yo respeto la lucha de Susana Trimarco y la búsqueda de su hija, pero con la verdad", dijo Gómez ante los jueces.
Luego fue el turno de Patricia Soria, a quien Trimarco señaló como la entregadora de Marita, pero en la causa figura como testigo, y de Daniel Milheim, otra de las imputadas.
Milheim sostuvo que Susana Trimarco "no encontrará a su hija comprando el testimonio de testigos" y aseguró que tiene "todas las pruebas documentadas" para demostrar su inocencia.
La acusada pidió ampliar su testimonio en el juicio y aclaró que nunca conoció a Patricia Soria, la enfermera que habría recomendado a la joven ir a la Maternidadpara hacerse unos estudios el día que desapareció.
"Estoy sentada aquí por las declaraciones de Fátima Mansilla, una chica desequilibrada emocionalmente. Deberá pagar por su mentiras y nunca entendí por qué hizo esto", agregó. Según el testimonio de Milheim, Mansilla es ayudada económicamente por Trimarco.