Como adelantó Diez en Deportes, el presidente Luis Spahn y algunos de sus dirigentes se sintieron muy tocados por las duras declaraciones de Cristian González tras el empate ante Estudiantes en La Plata, en la reanudación del Torneo de la Liga Profesional.

Lejos de dar marcha atrás, Kily redobló la apuesta y tras la derrota ante Racing se volvió a quejar de que el club no haya levantado todavía sus inhibiciones, y hasta se atrevió a dejar picando la chance de marcharse, al referenciar: "Yo ya sé lo que tengo que hacer".

Lo concreto es que Unión está a punto de disputar su tercer partido desde el regreso del certamen, y el entrenador tiene dos bajas de titulares en relación a la primera parte del año, debido a las partidas de Mauro Luna Diale al Ajmat de Rusia y de Federico Vera a Independiente.

Solo llegó José Vanetta, extremo zurdo que viene de actuar en Juventud Antoniana de Salta. Mientras tanto, el DT sigue reclamando por la llegada de refuerzos, ya que necesita como mínimo cuatro para completar el plantel que termine de disputar el 2024 deportivo.

El presidente le informó los inconvenientes que se le presentan a Unión para levantar la inhibición en FIFA por la deuda con Gustavo Munúa, mientras que también le dio conocimiento de las dificultades económicas para sumar a Franco Fragapane, quien es el elegido por el DT para dar el salto de calidad en la mitad de la cancha, como lo reflejó tras el empate ante Estudiantes en La Plata.

Por lo que pudo averiguar Diez en Deportes, el encuentro fue catalogado como positivo por el cuerpo técnico, ya que todos los integrantes participaron del encuentro con el presidente, el cual fue tenso y sin un tono ameno como los anteriores. Allí también se siguió insistiendo en la chance de activar los planes B, como consecuencia de las dificultades que hay para sumar a los grandes objetivos en el mercado de pases.