La tormenta de Santa Rosa llegará a Santa Fe
Se esperan lluvias y tormentas para el próximo fin de semana en el centro y norte del país, que estarán acompañadas de fuertes vientos provenientes del sudeste.
El centro y norte del país se prepara para recibir la tormenta de Santa Rosa, que suele darse alrededor del 30 de agosto y, este año, llegaría con puntualidad.
Entre el viernes 30 y el sábado 31 se desarrollaría el evento climatológico en el territorio central del país, lo que para Christian Garavaglia, jefe de redacción del sitio dedicado a la meteorología, Meteored, es algo que no sucede tantas veces, ya que implica una coincidencia casi exacta: “Habitualmente suele ubicársela el 30 de agosto, que es la fecha de festividad de Santa Rosa, y es una época del año en donde es probable que se produzcan lluvias y tormentas en la zona centro y norte de la Argentina, porque se está entrando a la primavera”, explicó.
Matías Reinoso, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), contó que popularmente se conoce como tormenta de Santa Rosa a cualquier tormenta significativa que se desarrolle entre finales de agosto y principios de septiembre, en el centro y noreste del país (no es común en esta época, por ejemplo, que algo así se dé en la Patagonia ni el Noroeste): “El mito dice que la tormenta ‘regresa’ todos los años cerca del 30 de agosto, pero no existe evidencia científica”.
También especificó que las zonas que podrán verse más afectadas por las precipitaciones serán el norte de Buenos Aires, el sur de Entre Ríos y el centro-sur de Santa Fe.
“El próximo viernes comenzará a desarrollarse un sistema de baja presión en el litoral, que se desplazará hacia el sudeste y provocará lluvias y tormentas en el centro-este de nuestro país, hasta el sábado inclusive”, aseguró.
Esta tormenta, que suele desarrollarse entre el 25 de agosto y el 5 de septiembre, como explicó el meteorólogo Sergio Jalfin, se genera a causa del encuentro de dos masas de aire: un frente frío, que el especialista aseguró será uno de los últimos de la temporada invernal, y uno cálido, uno de los primeros que preanuncia la llegada de la primavera.