Independiente podrá usar una parte de sus populares ante River

El Rojo será local del Millonario este domingo, a las 17 por la Liga Profesional

Independiente enfrentará a River nuevamente con aforo reducido en su estadio, un 55 por ciento, según la resolución de la jueza Mariela Bonafine, a cargo del Juzgado de Garantías N°1 del Departamento Judicial de Avellaneda.

Esta medida se llevó a cabo de acuerdo a la cautelar del fiscal Mariano Zitto, a cargo de la UFIJ N°4 de Avellaneda a pesar de los intentos de Independiente por habilitar las tribunas al 100 por ciento.

La medida cautelar autorizó el uso de las tribunas sur y norte del estadio, “condicionado dicha autorización a un aforo máximo del 55% de su capacidad en cada una de ellas, hasta tanto se presenten los informes técnicos definitivos que garanticen la seguridad estructural de las mismas”.

Sin embargo, en el término de 48 horas de llevado a cabo el partido frente a River, Independiente deberá constatar en un informe detallado la cantidad de personas que ingresaron al estadio en los sectores de las tribunas norte y sur para tener un control de las mismas.

Según el fallo presentado la medida se mantendrá hasta que los sectores norte y sur se encuentren “en condiciones óptimas” y no representen ningún tipo de “riesgo potencial” para su utilización al completo de la capacidad habilitada.

Tras los partidos de Copa Argentina de Vélez-San Lorenzo y Huracán-Argentinos Juniors que se disputaron en el estadio Libertadores de América- Ricardo Enrique Bochini, los hinchas del "Fortín" y del “Globo” difundieron videos de desplazamiento y separación de los escalones en las cabeceras Pavoni Baja y Santoro Baja, respectivamente. 

Estas imágenes despertaron la preocupación de todo Independiente pero, desde el club, le restaron importancia al estado del estadio y sostuvieron, en cuanto a la tribuna Pavoni Baja, que “ambas cabeceras bajas del estadio están construidas con bloques premoldeados que tienen movimiento y oscilación” y que "el desplazamiento se produjo porque se soltaron las soldaduras correspondientes".

Además, el arquitecto del estadio Alejandro Castro desestimó el peligro de derrumbe, afirmó que no hubo fisuras o fracturas pero admitió que no era la primera vez que sucedía.