Todavía quedan saldos y retazos de lo que dejó el empate con gusto a poco para Unión ante Riestra. Sobre todo, por dejar pasar otra chance de quedar como líder, al menos de manera transitoria. Ahora es todo reflexión, pero con un dejo de conformismo por el cambio de imagen del equipo, que venía de no dar la talla ante Tigre.

Se pensaba que podía hacer mella el 5-1 en contra, el plantel dio la cara y plasmó que sigue siendo protagonista. Sometió a un rival que solo se defendió, pero le faltó poder de fuego y por eso dividieron honores. Que el arquero Ignacio Arce haya sido figura grafica un poco lo que pasó en el partido, pero como siempre se dice, para ganar hay que hacer golpes y eso quedó en el debe.

Pero hay otro aspecto positivo: el Tate volvió a ponerle candado a su arco. Un dato que quizás pocos notaron es que en el 15 de Abril solo le hicieron uno en esta Liga Profesional y fue en San Lorenzo en la fecha 5, en la victoria 2-1.

Después, siempre terminó con la valla invicta como para graficar lo sólido que es Unión de local. Quizás acá también radique el por qué de este escenario de expectativa intentando pelear arriba. Por esas cosas del fútbol ahora sumó un punto de los últimos seis, pero sigue vigente y lo demostró.