“La semana pasada la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, dijo textualmente que no iban a salir a emitir, que no se modificaba la capacidad de financiamiento del Tesoro Nacional en los términos de lo pautado en el artículo 20. Y decía que la alternativa era esta reforma o un brutal ajuste fiscal.



Si uno escucha después la propuesta del presidente de la Comisión de Presupuesto, que plantea la modificación del artículo 20, no podemos decir que la presidenta del Banco Central no conocía esta situación, sino que nos mintió.



Y planteó algunas otras contradicciones. Cuando se le preguntó sobre el artículo 22, de la subsistencia del fondo de desendeudamento, dijo que no conocía el motivo por el cual estaba inserto en el mensaje, que no era del BCRA, y luego se explayó más, sobre lo que nos dijo que del total de 17.560 millones previstos para todo 2012 nos dijo que ya usaron 16.200 millones, lo cual es significativo.



Nos preguntamos por qué tanta urgencia para hacer esta reforma. En la ejecución presupuestaria de 2011, luego de muchos años tenemos un déficit financiero extraordinario de 30.663 millones de pesos.



En el último año la capacidad de pago del sector público nacional no financiero sufrió un deterioro equivalente al 1,5 % del Producto Bruto.

Si nos circunscribimos a lo que hace el BCRA, este aportó al Tesoro durante 2011 un 4,3 % del Producto Interno, casi 80.000 millones, que no estarán disponibles en similares características en 2012.



Cuando hablamos de déficit del Gobierno nacional a veces debemos verlo en el contexto en que se produce, un contexto internacional extraordinario. En 2001 la venta exterior de soja fueron 5.000 millones, sin haber retenciones en ese momento; y hoy tenemos un 50 % más que ese monto solamente de retenciones, lo que produce un ingreso extraordinario al Gobierno Nacional.



Ya están usando los fondos de la ANSES de manera discrecional, sin límites y para cualquier concepto.



No se invirtió. Tuvimos una fuga de capital el año pasado superior a los 22.000 millones. Estamos en un proceso inflacionario alto, tenemos cada vez crecimiento mayor en el gasto público nacional.



Si hacemos historia, primero el menemismo, y luego el kircherismo, primero usaron los fondos de las privatizadas, después usaron los fondos de la ANSEs, luego los fondos del Banco Central. Siguen echando mano a los recursos de los argentinos. Hoy pareciera ser que uno de los últimos manotazos que se pueden dar es al Banco Central, esto es lo que hoy se está votando y se está consolidando.



El proyecto que hoy está en tratamiento no tiene como finalidad primaria el desarrollo de la economía con equidad social, sólo tiene como objetivo fundamental usar los depósitos de los argentinos para financiar el creciente déficit del Gobierno nacional.



Nosotros tenemos un proyecto superador, que mantiene un piso mínimo de reservas, mantiene la misión de preservar el uso de la moneda, donde la no publicidad es causal de remoción, donde se tiene en cuenta el verdadero federalismo, y se crea un órgano defensor de los consumidores”.