Cinturones de Van Allen: los peligros que se enfrentan los astronautas al salir al espacio
Estos cinturones son zonas de radiación que rodean la Tierra.
El jueves, dos miembros de la tripulación de la nave Resilience hicieron historia al realizar una caminata espacial como parte de la misión Polaris Dawn, la primera misión tripulada financiada completamente con fondos privados. Esta misión incluye al multimillonario Jared Isaacman, junto con Scott Poteet, un piloto retirado, y dos ingenieras de SpaceX, Anna Menon y Sarah Gillis. Polaris Dawn es parte de un ambicioso plan de SpaceX para llevar misiones tripuladas hacia la Luna, Marte y más allá.
Para alcanzar la estratósfera, donde Isaacman y Gillis realizaron su caminata espacial, la nave tuvo que atravesar los Cinturones de Van Allen, una de las principales preocupaciones para los astronautas, según la NASA. Estos cinturones son zonas de radiación que rodean la Tierra y se originan debido a la interacción entre las partículas solares y la magnetosfera del planeta.
La magnetosfera, creada por el núcleo de hierro de la Tierra, actúa como un escudo protector contra las partículas de alta energía provenientes del sol y de los rayos cósmicos. Las partículas atrapadas forman dos cinturones: el cinturón exterior, compuesto principalmente de partículas solares, y el cinturón interior, que resulta de la interacción de los rayos cósmicos con la atmósfera terrestre. Para minimizar su exposición a la radiación, los astronautas deben cruzar estos cinturones rápidamente.
Riesgos para los astronautas
Pier Jiggens, investigador de la Agencia Espacial Europea (ESA), señala dos tipos de riesgos asociados con la exposición a la radiación en los Cinturones de Van Allen:
1. Efectos deterministas: Resultan de una exposición prolongada a baja radiación o a exposiciones cortas de alta radiación. Estos pueden causar trastornos en el sistema nervioso central, problemas de visión como cataratas, y enfermedad aguda por radiación, que representa un riesgo considerable durante las actividades extravehiculares.
2. Efectos estocásticos: Son riesgos de desarrollar enfermedades en el futuro, como el cáncer, que pueden no ser evidentes inmediatamente.
Jiggens aclara que, con el conocimiento actual sobre los cinturones, es posible diseñar misiones bien planificadas y proporcionar materiales de protección para los astronautas. Se utilizan diversos materiales, como el aluminio de las naves y otros elementos como plásticos y agua, para proteger a la tripulación.
Descubrimiento de los Cinturones de Van Allen
Los Cinturones de Van Allen llevan el nombre de James Van Allen, un físico de la Universidad de Iowa que descubrió estos cinturones en 1958 mediante instrumentos lanzados en los satélites Explorer 1 y Explorer 3. Estos satélites permitieron identificar la radiación en el espacio y demostrar que era posible viajar a través de áreas de menor radiación para alcanzar el espacio exterior.
La misión Apolo 8 en 1968 fue la primera en llevar a astronautas más allá de los cinturones, y en 2012, la NASA descubrió un tercer cinturón que aparece de manera transitoria según la actividad solar. Estos hallazgos han sido fundamentales para el diseño de futuras misiones espaciales, permitiendo que la exploración del espacio se realice de manera más segura.
En conclusión, la misión Polaris Dawn no solo representa un avance en la exploración privada del espacio, sino que también destaca la importancia de la planificación y el conocimiento sobre la radiación espacial para garantizar la seguridad de las tripulaciones en futuras expediciones hacia otros cuerpos celestes.