Si tenés hijos, los accidentes domésticos son uno de las amenazas a las que podés enfrentarte, pero son evitables si se toman los recaudos adecuados, como es el caso de los enchufes y el riesgo de electrocución.

La seguridad comienza con una correcta instalación y por ello, lo primero es comprobar si tu vivienda dispone de todos los elementos de protección que deben existir en una instalación, como es el caso de los interruptores. Además, cualquier modificación que pretendas hacer tiene que ser llevada a cabo por un electricista autorizado.

Estas son algunas medidas para evitar peligros:

– No dejar a la vista cables de los que pueda tirar un niño.

– No despertar el interés por los mecanismos eléctricos. Para ello, lo mejor es mantenerlos fuera de su alcance ocultándolos a su vista. Además, es preferible no manipularlos en su presencia, de este modo, dejan de ser un estímulo susceptible de ser atractivo al pequeño.

– Desenchufar los aparatos que no se están utilizando.

– Usar enchufes protegidos o bien instalar disimuladores-protectores de enchufes. En la actualidad, es posible encontrar numerosos modelos en los establecimientos especializados.

– Evitar hacer conexiones múltiples.

– No usar aparatos con cables pelados ni enchufes deteriorados, ya que, con el tiempo los bornes acumulan suciedad y óxido.

– No desconectar la toma de tierra de un electrodoméstico.