Los mejores hábitos para evitar el mal aliento
Según la OMS el 60% de los adultos sufre de mal aliento. Cuáles son las causas y cómo prevenirlo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que 6 de cada 10 adultos sufren de mal aliento y, en muchos casos, tienen dificultades para combatirlo. La acumulación de bacterias en el dorso de la lengua, en la saliva y en las encías son tres de las principales causas que sufre el 80% de la población adulta.
No son los únicos síntomas, ya que, existen otros vinculados a problemas de salud y estilos de vida no saludables. Sin dudas la prevención es el factor primordial para empezar a revertir la situación que lleva a tener problemas de salud y hasta sociales a las personas. Por eso, la higiene bucal y la consulta al odontólogo son los principales puntos.
Tener buen aliento no solo es importante por razones de higiene y aceptación social, sino también por otras razones relacionadas con la salud y el bienestar general. Puede ser un signo de problemas de salud bucal, como enfermedades de las encías como la gingivitis o la periodontitis, caries o infecciones. Además, en algunos casos, puede ser un síntoma de enfermedades sistémicas, como diabetes, enfermedades hepáticas, renales o problemas gastrointestinales.
Cepillarse los dientes al levantarse por la mañana y al acostarse por la noche como luego de cada comida es un hábito que se debe adquirir de chico para que de grande sea una rutina incorporada que contribuya al bienestar general de las personas. Para ello y evitar problemas de salud, hacemos algunos aportes.
Cómo prevenir el mal aliento
Existen varias técnicas, estas son tres de ellas. Se encuentran entre las más comunes y habituales entre los fanáticos de la sonrisa, además de conscientes en el cuidado de la salud.
- Cepillado: Lo óptimo es hacerlo tres veces al día utilizando un cepillo de cerdas suaves y cubrir con el cepillado las superficies interiores, exteriores y superiores.
- Hilo dental: La seda dental consigue llegar a los espacios más pequeños que hay entre los dientes, donde se acumula la placa y las bacterias y donde un cepillado normal no llega.
- Enjuague bucal: Su uso dos veces al día ayuda a mantener sanos los dientes y las encías, incluso en los rincones más inaccesibles. Además de aportar un aliento fresco, ayuda a prevenir enfermedades y a eliminar la placa.
- Evitar ciertos alimentos: reducir el consumo de alimentos que pueden causar mal aliento, como cebolla, ajo y especias fuertes.
- Incorporar frutas y verduras: alimentos como manzanas, zanahorias y apio ayudan a limpiar la boca de forma natural.
- Evitar el tabaco y el alcohol: el tabaco y el alcohol pueden resecar la boca y dejar un olor persistente desagradable. Además, el tabaco favorece la aparición de enfermedades periodontales.
- Visitar regulares al dentista: realizar chequeos regulares con el dentista, al menos dos veces al año, para una limpieza profesional y para detectar problemas dentales que puedan causar mal aliento.
Sonreír implica también sentirse bien con uno mismo y para lograr ese estado, las personas deben seguir, además de las antes enumeradas, ciertas reglas básicas.
Por eso, para evitar el mal aliento, armamos una lista de cuáles son los motivos que nos alejan de la felicidad contar con una boca sana, grande y refrescante.
Hábitos que dan mal aliento
- Boca seca: la saliva neutraliza bacterias en la boca y tener un bajo nivel de esta permite el desarrollo del mal aliento.
- Alimentación: alimentos como el ajo o la cebolla pueden provocar mal aliento.
- Mala higiene bucal: se recomienda cepillarse los dientes cuatro veces al día.
- Acumulación de placa: la placa se acumula cuando no nos cepillamos los dientes. Esto puede provocar infecciones y un olor desagradable.
- Infecciones bucales: la caries, las enfermedades en las encías y las heridas quirúrgicas pueden ocasionar el mal olor.
- Salud de la garganta y nariz: cuando existen infecciones relacionadas con la nariz y la garganta se generan compuestos que ayudan al mal olor.
Queda claro que como el resto del cuerpo la boca es responsabilidad de uno cuidarla por múltiples razones, sean sociales o, la más importante como es la salud. ¡A seguir regalando sonrisas!