Cómo fueron los inicios de Franco Colapinto en Europa
El piloto argentino que hoy se encuentra en el equipo de Williams Racing tuvo una difícil llegada al continente europeo al que fue en búsqueda de cumplir su sueño.
Franco Colapinto se muestra en la actualidad bien instalado en Europa y disfrutando de su presente corriendo en la Fórmula 1 para la escudería Williams Racing. Sin embargo, su arribo al viejo continente no fue nada fácil en el que, para seguir su suelo de ser piloto de automovilismo, debió alejarse de su familia siendo un adolescente y madurar rápidamente.
Luego de sus comienzos arriba de un karting en la argentina y de salir campeón nacional. El nacido en Pilar, Buenos Aires, se fue solo a Italia con 14 años y vivió en una fábrica de CRG, uno de los equipos más importantes de la disciplina que le bridó un lugar para quedarse y así poder competir con ellos.
Se trataba de un país que no conocía, con desconocidos, sin saber hablar el idioma y lo más difícil para el: lejos de su familia, sus amigos y sin poder volver por varios meses a su país. Esta experiencia le sirvió para aprender, formarse como la persona que es hoy y volverse "más duro", según contó en una entrevista con Infobae.
"Cuando era chico siempre quise ser piloto de F1, correr en Europa, siempre fue mi sueño, pero nunca pensé cuáles eran las consecuencias, qué tenía que dejar atrás para hacerlo. Cuando empecé el secundario formé mi vida como cualquier otro chico y pensé que me quedaba para siempre en la Argentina", recordó.
Consiguió aguantar dos meses en territorio italiano, pero tener que afrontar los malos resultados solo hicieron que decida regresar a la Argentina. Las puertas del Campeonato nacional de Karting lo esperaron abiertas, otra vez ganó y fue el impulso que necesitaba para irse nuevamente. Esta vez a España.
Las cosas fueron diferentes debido a que no solo empezó a correr en autos de Fórmula, sino que además el idioma y las costumbres de ese país eran mucho más amigables para él. Asentado en Mallorca, la empresa de representantes Bullet Sports Management creada por los expilotos Nicolas Minassian y Jamie Campbell-Walter se encargaron de su presupuesto y de conseguirle lugares en diferentes equipos durante su crecimiento en las diferentes categorías.
En 2022, con 17 años, Colapinto otra vez se vio envuelto en una complicada situación y lejos de su familia. Cuando se encontraba en Mónaco para correr en la Fórmula Renault, fue descalificado en la previa de la fecha por un error de su equipo y su compañero lo dejó quedarse en su casa durante una semana.
Para no perder el ritmo y seguir en forma, decidió salir a andar en bicicleta por la ciudad y tuvo un accidente de tránsito que lo llevaron a tener que operarse. "Delante tenía un Audi que frenó fuerte porque una persona puso el pie en la calle y acá respetan mucho eso y frenó de golpe. Le di al auto de lleno, de una y le pegué con la cara en el alerón que está arriba de la luneta y me partí la nariz, me abrí todo abajo del ojo y me hicieron once puntos", sostuvo sobre el momento.
Luego de que una ambulancia lo llevara a un hospital cercano, lo cocieron, pero no pudieron hacer nada con su nariz. Al día siguiente decidió igualmente no perderse la fecha y correr en el circuito Paul Ricard quebrado, con un ojo hinchado y casi sin poder respirar. Luego, viajó para visitar a un médico conocido, quien logró acomodarle la nariz y aunque le dijeron que debían operarlo, pero él no accedió porque le "iban a tener que poner anestesia e iba a quedar ‘bobo’ por algunos días y el fin de semana tenía carrera de vuelta. Entonces me lo tuvieron que hacer manualmente, me pusieron uno palos por la nariz. No me había quebrado nunca, pero el dolor que tuve fue lo peor que me pasó en mi vida. Corrí la carrera quebrado, con un ojo menos porque no veía y casi sin poder respirar. Fue una locura".
Hoy, esos malos recuerdos quedaron atrás. Gracias a su presente en la competencia más importante del automovilismo a nivel mundial, el argentino está logrando hacerse su lugar en Europa y su familia puede darse el lujo de acompañarlo en algunas ocasiones para celebrar que el sacrificio del inicio hoy están dando más que nunca sus frutos.