Corría maratones con una camiseta buscando a su hijo y lo encontró
"Sebastián. Hijo, te estoy buscando", decía la remera que usó en cada carrera, los últimos diez años.
Paula Salto es una mujer que sufrió un pasado muy duro. A los 20 años fue víctima de violencia de género por parte de su pareja, de quien quedó embarazada. En aquel momento no tuvo otra opción más que dar a su hijo en adopción. Durante varios años, recorrió el país participando en distintas carreras difundiendo la búsqueda de Sebastián. Finalmente, a los 57 años, su historia tuvo su final feliz.
Hace unos días, Paula logró reencontrarse con su hijo, gracias a que sus amigos se enteraron de que la señora que corría con una remera que decía: “Sebastián. Hijo, te estoy buscando. Naciste el 18 de octubre de 1988 a las 13:35 en el Hospital Durand”, y notaron que los datos coincidían con la infancia de Sebastían.
Fue así como el día de la maratón de Buenos Aires del domingo 22 de septiembre, en la cual participaron 14.500 runners, Sebastián se contactó con Paula para decirle que estaba convencido de que él era su hijo, enviándole su certificado de nacimiento como prueba.
El reencuentro se dio una semana después en un parque, donde hablaron toda la tarde. “Pude acariciar su cara”, contó Paula, y siguió: “Charlamos de todo, me contó todo sobre su vida, sus gustos musicales, su vocación de scout, dejamos que fluya la relación… soy feliz“.
“Sebastián me dijo que no le tengo que pedir perdón, ni tiene resentimientos y quería que supiera que está bien”, le aseguró su hijo.
Paula es oriunda de Quimilí, Santiago del Estero, y tuve que convertirse en una luchadora desde muy joven. A sus 8 años tuvo que lidiar con la muerte de su madre, que la obligó a cuidar de su abuela y su papá alcohólico.
Vivió en la calle por un tiempo y se mudó a Buenos Aires cuando era adolescente. A los 19 conoció a Luis, de 23, de quien quedó embarazada. Tuvieron a su primer hijo Cristian, y al poco tiempo de su nacimiento se embarazó de nuevo. Luis le pidió que abortara desde un comienzo, pero en aquel momento no era una opción viable, por lo que terminó dando a Sebastián en adopción.
“Opté por dejarlo en la cuna e irme del hospital al otro día del nacimiento. Nunca más lo volví a ver. Después supe que el papá había firmado el consentimiento de adopción mientras yo me encontraba aturdida por la situación”, le contó Paula al medio santiagueño El Liberal hace unos meses.
Toda la situación tuvo un grave efecto en su salud mental. Incluso admitió haber pensado en quitarse la vida. Afortunadamente, comenzó a ir a terapia y a trabajar en un centro de salud. Se recibió de enfermera y hace 11 años trabaja en el Hospital Magdalena, de General Pacheco.
Pero una de las cosas que más la ayudaron para salir adelante y no bajar los brazos fue el deporte. “La psicóloga me aconsejó salir a caminar y pensar en lo bien que me hará. Las caminatas fueron el motor para que hoy corra maratones y siga buscando a Sebastián“.
Desde ese entonces, utilizó las maratones no solamente para mejorar su salud mental, si no como un medio para difundir la búsqueda de Sebastián. “El atletismo es lo que me sacó de eso. No me imagino sin correr. Cuando corro paso por muchos estados, de tristeza, alegría, esperanza, euforia, pero es lo mejor que encontré”, admitió.
Con el correr del tiempo, Paula llegó a participar en más de 40 competencias de running a través del país, y fue así como cada vez gente se sumó a la búsqueda y su historia empezó a circular.
Después de años de lucha y perseverancia, Paula pudo reencontrarse con Sebastían, el segundo de sus tres hijos. Su historia pasó por muchos altibajos, pero todo su esfuerzo tuvo sus frutos.