Uno de los emblemas de Uruguay rompió el silencio tras la polémica con Bielsa
El extremo charrúa, que estuvo en el ojo de la tormenta después de los dichos de Luis Suárez, contó su versión de los hechos y detalló los cruces que tuvo con el Loco en la Celeste.
Se respira un aire espeso del otro lado del río de La Plata luego de que Luis Suárez hiciera estallar la bomba y destrozara a Marcelo Bielsa por sus malos tratos en la selección de Uruguay, en especial con Agustín Canobbio, quien fue borrado de las convocatorias y este martes rompió el silencio.
“Con mi declaración apenas llegué al aeropuerto, dejé abierta una interpretación de cada uno y no fue lo ideal”, abrió el extremo charrúa de 26 años. Todo comenzó en el regreso de la Celeste de la Copa América, cuando bajó del avión con cara de pocos amigos y, ante la consulta de los medios, que querían saber si no estaba contento con el tercer puesto en Estados Unidos, soltó: "No es por el resultado, ya van a ver".
En diálogo con el programa #Minuto1, el jugador de Paranaense indicó sobre aquel momento: "Quería hablar y no fue lo mejor. Te da un poco de tristeza porque quería jugar y estar pero quedé en ese silencio para no manchar al grupo que venía de un tercer puesto y alguno estaba en sus emociones. Respeté cada decisión y seguí con la mía, se me buscó y preferí estar callado para seguir mi camino, pero ahora se da la posibilidad de poder expresarme".
Respecto a los primeros cortocircuitos con el Loco, Canobbio dio varios detalles del tenso vínculo: “En base a las convocatorias anteriores, fui muy claro y sabía lo que me esperaba después de mi reacción y lo que llegué a decirle a Bielsa en la cara, no tengo pelos en la lengua; soy muy frontal”.
En línea con las explosivas declaraciones del Pistolero, el joven atacante aseguró que hubo varios episodios que fueron desgastando por dentro a la Celeste: "Hubo mucha falta de respeto constante y yo que soy muy respetuoso en todo mi andar, llegó un llegó un punto en el que estallé. Sabía las consecuencias que se podían venir y en base a eso actué igual, fui de frente con mis códigos y valores que me inculcaron de chico y por suerte hoy apoyo la cabeza en la almohada con tranquilidad y paz".