Poco menos de dos meses pasaron desde la presentación oficial de Iker Muniain como refuerzo de San Lorenzo. El español llegó al Cuervo el 9 de septiembre y, desde entonces, vivió en tiempo récord lo que es la experiencia del fútbol argentino. Claro, con todo lo bueno y también lo malo.

Fue recibido por los hinchas en el aeropuerto, firmó contrato, concentró, hizo goles y también fue figura. Por otra parte, vivió la despedida de un ídolo del club y la llegada de un DT con experiencia. Fue protagonista del escándalo tras el penal errado por Francisco Fydriszewski y el posterior apriete de la barra brava.