Unión tuvo un buen desempeño en el mercado de pases de verano, muy diferente al del invierno, donde llegaron jugadores de jerarquía como Lucas Gamba, Bruno y Mauro Pittón, Miguel Torrén, Thiago Cardozo y Adrián Balboa, entre otros.

También desembarcó Simón Rivero en la negociación por la venta de Kevin Zenón a Boca, pero recién pudo destaparse en la segunda parte del año, al igual que Lautaro Vargas, procedente de Defensa y Justicia.

Unión anunció con bombos y platillos la llegada de Gamba, quien venía de cerrar un gran año en Central Córdoba, donde incluso lo había sufrido el equipo de Kily González en la derrota por 2-0 en Santiago del Estero, donde anotó un gol y dio una asistencia.

Se ganó un lugar como titular y se convirtió en base a buenas actuaciones en un jugador clave para el DT, hasta que sufrió una lesión en el tramo final de la Copa de la Liga, volvió para el partido de Copa Argentina ante Gimnasia de Mendoza, y de a poco fue perdiendo su relevancia en el equipo titular.

Incluso, le está costando mucho ganarse minutos desde el banco de los suplentes y una cabal muestra de esto es que en el partido ante Huracán ingresó prácticamente para jugar el tiempo de adición, luego que Kily ya había agotado toda su capacidad de inventiva para intentar ir por la victoria (terminó siendo una derrota con el penal de Héctor Fértoli).

Los números hablan a las claras del bajón futbolístico o la pérdida de confianza de Kily en su capacidad futbolística. Es que en lo que v del año jugó 31 partidos, donde en 12 fue titular, en 19 ingresó desde el banco y fue sustituido en 10 ocasiones.

Anotó dos goles (uno de penal) en 1292 minutos, y en lo que va del Torneo de la Liga Profesional solo fue titular en el empate 1-1 ante Lanús, en el sur del Gran Buenos Aires. ¿Se ganará un lugar por Adrián Balboa de cara al choque ante Gimnasia de La Plata?