Incidentes: Riquelme tuvo que intervenir para calmar a la barra xeneize y la policía

El caos se desató antes del inicio del complemento, que se demoró más de 20 minutos. El presidente del club de la Ribera se metió en la platea para disuadir a parte de la hinchada

El presidente de Boca, Juan Román Riquelme, fue uno de los principales protagonistas en la victoria de Boca sobre Gimnasia por penales porque si bien vio el partido desde un palco del Estadio Marcelo Bielsa, fue clave para detener a La 12 antes del arranque del segundo tiempo y evitar que los graves incidentes entre ambas barras se convirtieran en una tragedia.

Mientras la hinchada xeneize cruzaba desde  la popular a la platea para enfrentarse a puño limpio con sus pares del Lobo, el presidente del cuadro de la Ribera bajó a la tribuna para calmar su furia y evitar un desastre mayor. En el medio, fue gaseado por la Policía que intentaba persuadir a los simpatizantes boquenses.

Luego de una primera mitad sin complicaciones, que había terminado con Boca arriba en el marcador por 1-0 gracias al gol de cabeza de Aaron Anselmino, los planteles habían regresado al campo de juego de Newell's para disputar el complemento y definir al próximo semifinalista.

No obstante, la barrabrava del club platense comenzó a lanzar butacas contra el sector donde estaban ubicados los plateístas de Boca. Acto seguido, rompieron el portón que separaba las tribunas para luego vulnerar el cordón de seguridad que se había armado con el objetivo de evitar cruces entre ellos.

Enterados de lo que sucedia a varios metros, una horda de integrantes de La 12 superó las vallas de seguridad y caminó a lo largo de la platea para pelearse con la otra hinchada. La Policía tomó la decisión de tirar algunas balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a los violentos.

Los jugadores, a sabiendas de que sus familias estaban cerca del eje del conflicto, se arrimaron a pedir que no disparan. Incluso, Matías Abaldo lanzó una pelota que impactó entre los hombres de la seguridad a modo de alerta. Mientras tanto, Marcos Rojo y Luis Advíncula intentaban calmar los ánimos de la barra azul y oro.

Sin embargo, el gesto clave, y que derivó en la paulatina resolución del asunto, lo tuvieron Juan Román Riquelme -presidente del club-, y los integrantes del Consejo de Fútbol Raúl Cascini y Marcelo Delgado. Los tres se movieron del palco a la platea, pasaron por el medio de los gases lanzados por las fuerzas y se pusieron en el frente de batalla para bajar la calentura y evitar un combate que podría haber terminado en un desastre.

Según el relato de los que estaban presentes en el estadio, si no hubiera sido por la intervención del Torero, el problema habría escalado aún más. De hecho, las barras ya habían empezado a proteger y custodiar sus banderas cercanas, para que no se las robaran. Además de salir ileso de la línea roja, el mandamás xeneize logró el retroceso de La 12 hacia su popular y apagó rápidamente el incendio junto a sus compañeros de dirigencia.